La señora [Josefa] Díez Barroso, profesora de música en la Escuela de Niñas de la Encarnación, pidió disipar la indisposición que pudo causar a Tagle la afirmación de dicha profesora de no conocer el programa de los exámenes, explicando que esa ignorancia se debe a que ni la directora ni otra persona se lo hicieron saber. Montes, a favor de Díez Barroso, dice que es una profesora distinguida con especial habilidad para la enseñanza de música. Méritos que le constan, porque la conoce desde niña, es amiga de su señora desde hace más de 30 años y porque en su casa ha tocado el piano varias veces delante de personas conocedoras de música que opinan que es notable. Opina que Tagle "es superior a las hablillas, que nunca faltan en los establecimientos de educación y muy especialmente en los del bello sexo; y por lo mismo he tranquilizado a Díez Barroso, que teme perder su empleo porque algunos envidiosos han indispuesto a V. en su contra". Finalmente comunica que debe hablarle de un negocio, para lo cual pasará al Ministerio [de Justicia e Instrucción Pública].