Se muestra complacido porque el juez de distrito [Torres Torija] cuente con el apoyo del gobierno de Cravioto. Siente mucho que no pueda encontrarse el expediente relativo a la medida y avalúo de Tziquia practicado en septiembre de 1879; acepta su oferta de seguir buscándolo y de enviar el avaluó que se hizo en 1854 de la hacienda de San Francisco y sus anexas, entre las que figura la de Tziquia. Pasando a otro asunto, recomienda tomar providencias para evitar la fuga de los monederos falsos. No conoció en Huichapan criminales más perniciosos que Silviano Gómez y Francisco Limón, jefe político de Huichapan. El juez federal de Hidalgo pidió hacer comparecer a Limón ante el juzgado, pues éste no sólo tenía conocimiento de la fábrica de moneda falsa en Tecozautla, sino que protegía a los monederos y a su jefe Silviano Gómez. Por lo tanto, Cravioto debe pensar en el nombramiento de un buen jefe político; no se interesa en que sea una persona determinada, sólo que sea honrada, respetuosa de las garantías constitucionales y de las leyes, además de ser leal al gobierno del estado. Agrega: "Si U. siguiere mis consejos, el distrito de Huichapan reparará las pérdidas que ha sufrido en la serie de malos gobernantes que lo han oprimido y vejado en estos últimos años". |
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Palabras clave |
Monederos falsos, Fábrica de moneda falsa, Delito, Juicio, Bienes inmuebles, Hacienda de Tziquia, Hacienda de San Francisco, Eduardo Torres Torija, Silviano Gómez, Francisco Limón, Huichapan |