Acepta la oferta de procurarle un comprador para su casa, para lo cual informa que adquirió dicha finca por compra al convento de la Merced en junio de 1856, con licencia del gobierno y del Arzobispado de México antes de prolongarse la ley del 25 de junio de ese año. El precio fue de 13,000 pesos pero, con las mejoras que se hicieron, asciende a 24,000 y tantos pesos. La arrendó de 1872 a 1879, produciendo una renta de 117 pesos mensuales. No pretende el pago del costo verdadero, porque generalmente el que edifica o mejora una finca urbana pierde parte de su inversión. |
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Palabras clave |
Convento de la Merced, Arzobispado de México, Arrendamiento, Compraventa, Bienes inmuebles |