A pesar de la buena opinión que tiene Torres Torija sobre el jefe de la fuerza federal, solicita que no omita diligencia alguna para evitar la fuga de los monederos falsos y sus cómplices, pues causaría graves males al estado de Hidalgo y en especial al distrito de Huichapan, donde ejerce un dominio despótico el facineroso [Silviano] Gómez. Espera que le informe sobre la calumnia con que dicho malhechor lo agravió. En cuanto a Nicandro Morales, decidió no contestar su carta porque no quiere entenderse con el instrumento de los presuntos reos de amonedación falsa. El homicida alevoso Gómez lo amenza de muerte teniendo la audacia de enviar un mensajero para pedir su libertad, amenazando primero y suplicando después. Sobre este hecho expresa lo siguiente: "¿U. ha visto un estúpido igual a este bandido? ¡Creer que un proceso pendiente pueda cortarse al arbitrio del secretario de Justicia! se necesita ser una pasta de bestialidad y de ignorancia para pensar tal cosa, ¿y qué diré a U. de la estupidez de este hombre, que piensa amedrentarme con amenazas, después de 32 años que cuento en mi vida pública? No falté a mis deberes ante las bayonetas, la cárcel y el destierro del imperio. ¿Cómo podría faltar a ellos ante las amenazas de un canalla tan vil y despreciable como este asesino?". |
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Palabras clave |
Juicio, Monederos falsos, Fábrica de moneda falsa, Delito, Silviano Gómez, Nicandro Morales, Hidalgo, Huichapan |