Se enteró a través de su carta del 8 de septiembre, que todavía no se abre el juicio plenario a los monederos falsos porque el promotor [Arturo Martínez Cáceres] pidió la práctica de nuevas diligencias. Ofrece hablar con el ministro de la Guerra [Jerónimo Treviño] sobre la necesidad de que la fuerza federal que custodia a los monederos falsos esté a las órdenes de Torres Torija. Sugiere a éste escoger la pieza más segura en el cuartel de la fuerza federal para encerrar en ella a [Silviano] Gómez y evitar su fuga. Asimismo, que un escribiente haga una copia completa del proceso contra los monederos falsos, certificada por el secretario, y la deposite en el Ministerio de Justicia porque tiene noticia de que Gómez se propone robar el expediente. Advierte, finalmente, que uno de los escribientes del juzgado vende los secretos de la causa sumaria instruida a Gómez y sus cómplices; debe investigar la verdad y si es afirmativa, despedir al escribiente. |
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Palabras clave |
Juicio, Monederos falsos, Fábrica de moneda falsa, Delito, Secretaría de Justicia e Instrucción Pública, Arturo Martínez Cáceres, Silviano Gómez, Secretaría de Guerra y Marina, Jerónimo Treviño |