Leyó con sorpresa su carta, en la cual participa que fue recusado después de elevar a plenario el proceso de los monederos falsos y después de hacerles los cargos correspondientes. Aconseja ser indulgente con el infeliz alcalde de la cárcel de Huichapan. El gobernador [Simón] Cravioto engaña a la justicia federal, pues [Cenobio] Alarcón, apéndice de [Francisco] Limón, está en Huichapan. Los jueces federales deben convencerse de que el gobierno nacional se compone de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, que el más importante es el Judicial porque "tiene a su cargo la interpretación y la guarda efectiva de la ley fundamental y porque del ejercicio inteligente y justificado de sus funciones, depende la seguridad de los habitantes del territorio mexicano". Torres Torija debe procurar que Alarcón reciba su merecido; si los gobernadores de Hidalgo resultan implicados en sus fechorías, lo participará de oficio para ponerlos a disposición del gran jurado nacional. Celebra que haya puesto en seguridad a [Silviano] Gómez; sugiere cuidar que éste y Limón no se fuguen, especialmente el primero, porque la prueba del homicidio alevoso del comandante [Merced] Chávez, durante un armisticio, es plenísima. |
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Palabras clave |
Juicio, Monederos falsos, Fábrica de moneda falsa, Delito, Simón Cravioto, Cenobio Alarcón, Francisco Limón, Silviano Gómez, Merced Chávez, Manuel González, Poder Ejecutivo, Congreso de la Unión, Poder Legislativo, Suprema Corte de Justicia, Poder Judicial, Hidalgo, Huichapan |