Expresa beneplácito porque sanó de las calenturas intermitentes. Con respecto a su aseveración de que cambió completamente de costumbres, nada le sería más grato pero su carta revela lo contrario. En primer lugar, los desórdenes que cometió en Ameca, los cuales pudieron agravar sus males y hasta causarle la muerte y, en segundo, desde que salió de México hasta el 30 de septiembre no ha escrito a su madre, no le consagró ni un recuerdo ni tuvo para ella una sola expresión de gratitud. "Hasta hoy, gracias a Dios, y a mi trabajo, tu mamá no ha necesitado ni necesita de tus auxilios para vivir; lo único que tú puedes darle es tu amor filial y tu gratitud, y el hecho es que eres un deudor insolvente; y que si sigues observando la conducta que has guardado hasta hoy, darás justo motivo para ser calificado de mal hijo". Se felicita por haberle enviado 50 pesos por conducto del general [Rosendo] Márquez; dinero que tanta falta le hizo en su enfermedad y en su viaje a la costa de Jalisco. Comunica que su salud continúa con altibajos. |
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Palabras clave |
Conducta de Agustín Montes, Manutención, Rosendo Márquez, Ameca, Estado de salud, Enfermedad |