Habló personalmente con el magistrado Miguel T. Barrón para que sustituya la sindicatura del concurso del Molino de Santo Domingo en la persona señalada por [José Antonio] Bonilla, lo cual aceptó aquel magistrado. El dinero que [Antonio de] Mier y Celis prestó a Bonilla permanecía sin ganar intereses pero, al pertenecer a la viuda de Cornelio Prado, el mencionado Mier dijo a Montes que si no le servía a Bonilla le avisara para disponer de él. En un principio Bonilla aceptó pagar el rédito; después dijo que no podía renunciar a dicho capital y exponerse a no tener el dinero necesario para efectuar la postura que hizo del Molino. Finalmente, informa que volvió a sufrir de irritación intestinal y con dicha recaída desaparecieron sus proyectos de hacer nuevos estudios; también debe renunciar "a la carrera del foro y archivarme en la Suprema Corte de Justicia". Hace comentarios sobre la suspensión de la guerra civil [en España] con la proclamación de Alfonso XII. |
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Palabras clave |
Concurso del Molino de Santo Domingo, Préstamo de dinero, Rédito, Miguel T. Barrón, José Antonio Bonilla, Antonio de Mier y Celis, Cornelio Prado, Estado de salud, Suprema Corte de Justicia, Poder Judicial, Guerra civil, España, Alfonso XII |