Puede tranquilizar al Sr. Méndez sobre la suerte de Puebla, porque el presidente [Manuel González] es amigo sincero del gobernador [Juan N. Méndez] y no piensa suscitar dificultades a su gobierno. Al contrario, procura remover las que los poderosos enemigos de Puebla intentan poner a su marcha. Por consiguiente, los amigos del gobernador nada deben temer del gobierno federal. Sugiere que aconseje al gobernador cultivar con esmero sus relaciones epistolares con el presidente y lo tenga al corriente de las maquinaciones de sus enemigos. Mientras él sea consejero oficial del presidente, el gobernador contará con su grano de arena para mantener la paz en el estado, ya que merece su respeto y estimación por los servicios a la patria, rectitud y demás prendas recomendables que forman su carácter. |
|