Opina que no se separe de su empleo pues será muy difícil que le consiga uno en la ciudad de México. Para comprobar esta situación, expone que desde septiembre de 1877 solicitó al presidente una colocación para Agustín [Montes], y fue colocado en uno de los juzgados del Registro Civil con un sueldo de 25 pesos mensuales; habló con el ministro de Gobernación para mejorar la situación de Agustín, pero hasta la fecha éste sigue en la misma oficina. Aquí tienes descrita con toda verdad la suerte que te espera: vendrás a México, escribirás al Sr. presidente pidiéndole una colocación; te contestará que no la hay; y tú y tu inocente familia perecerán en la miseria. |