Habló al secretario de Hacienda [Matías Romero] sobre su colocación; contestó que sólo podrá colocarlo lejos de la ciudad de México y con poco sueldo. Insistió en que se le dé una colocación regularmente dotada, en atención a los problemas económicos en que se encuentra Ricardo Villagrán, padre de Ignacio y Luis, y su numerosa familia. Promete hablar nuevamente con Romero sobre este asunto, añadiendo la petición de colocar a Ignacio en el puerto de Mazatlán, en el de Acapulco o en el de Guaymas, que son los menos malos en el Pacífico. |