Debido a que es imposible reparar las obras destruidas en Taxhidó, ya no es necesaria su presencia en dicho lugar; por lo tanto, puede regresar a México. Antes de emprender su viaje entregará a Bonifacio Lugo, conforme a inventario, todos los objetos que tiene a su cargo. Puede disponer de las crías de ganado de pelo y de cerda, a razón de uno por 10, según lo estipula el contrato entre ambos. |