Reitera el consejo de "no dar coces contra el aguijón" y que no malgaste las dos pagas de marcha, de lo contrario se verá otra vez privado de su libertad por rebelde o desobediente. No fue posible hacer la otra combinación [no dice cuál] de la que ya hablaron, porque: "¿Qué se puede hacer con un hombre que no está en su juicio por el espacio de algunos días con sus noches? ¿Qué se puede hacer con una persona que emite el pensamiento criminal y cobarde de atentar contra sus días? ¿Se le puede fiar un saco de alacranes? Cada uno es el artífice de su fortuna: tú has querido que la tuya sea menguada y triste; confórmate con ella". Con respecto al reproche que hace Agustín a su superior por entrometerse en su vida privada, expresa que sólo sabe que Agustín "es un adorador perpetuo del alcohol ¿qué culpa tiene de esto el ministro de la Guerra?" [Jerónimo Treviño]. |