Quedó enterado, por su carta del 6 de agosto, de la marcha de los funcionarios judiciales que en calidad de presos condujo la corbeta "México"; también recibió el folleto que hizo circular el Lic. Treviño, así como el aviso en que el Lic. [Manuel] Altamira Alas ofrece sus servicios al público como abogado. Asimismo, está enterado de los comentarios contra el gobierno mexicano por las apreciaciones de Treviño y otros; de su opinión sobre el juicio de divorcio de Altamira Alas y sobre las continuas depredaciones en los límites de Sonora y Chihuahua ocasionadas por los indios bárbaros y otros bandoleros que viven en la frontera de Estados Unidos, cuyo remedio es establecer un consulado general en San Francisco, independiente del que ya existe, que sea la cabeza de todos los de la línea fronteriza. Se tomarán las medidas conducentes para sustituir al representante del Ministerio Público en el Partido Norte. En cuanto a los males sufridos en la administración pública, para remediarlos es necesario que antes del acuerdo presidencial se presente la notificación o el ocurso correspondiente. Por último, habló con el secretario de Relaciones Exteriores [Ignacio Mariscal] sobre el establecimiento del Consulado general en San Francisco, y le pidió que acuerde lo conveniente con el presidente [Manuel González] para remediar los males referidos. |