No debe temer que el gobierno federal le retire la pensión concedida por la muerte de su marido, el coronel Merced Chávez, defendiendo el Plan de Tuxtepec. Dicha pensión estuvo bien concedida por las siguientes razones: el Gral. Martínez, jefe de la brigada donde militaba Chávez, intimó a rendirse a la plaza de Huichapan, el jefe que la defendía tocó a parlamento que fue aceptado por Martínez. El jefe de la plaza, Silviano Gómez, durante el parlamento mató alevosamente al comandante Chávez. La autoriza para decir a Tiburcio Chávez, Nazario Bravo, Esteban Chávez, Romualdo López y a Jacinto Bizuet que no serán llamados a Pachuca para declarar como testigos presenciales de aquel homicidio cometido el 25 de noviembre de 1876, sino que serán examinados en el Juzgado de 1ª instancia de Zimapán. Adjunta el interrogatorio [no aparece en el texto] para que los testigos lo conozcan y estén prevenidos. Le aconseja actuar con discreción, pues de lo contrario el asesino amenazará de muerte a los testigos, como es su costumbre. |