En virtud de no haber ninguna vacante, no puede complacer sus deseos para colocar a H. Meyer como profesor de inglés en alguna de las escuelas nacionales. Aprovecha para pedirle obsequie la petición de [Manuel] Maneyro, cónsul de México en Burdeos, quien es una persona dignísima y observó una conducta excelente durante el Imperio. |