Da las gracias al tío José Antonio y familia por la pena que les causó su enfermedad. Estuvo enfermo de los intestinos y de una inflamación en la vejiga que lo obligaron a guardar cama, pero desde el 14 de diciembre pudo volver al ministerio. A nuestra edad, amigo mío, la salud es casi imposible: nuestra primera enfermedad es la vejez, que por desgracia está acompañada de otros muchos achaques más o menos graves. Al no tener esperanza de aliviarse, seguramente dejará de ser ministro de Justicia. |