Ponciano Liceaga, promotor fiscal del Juzgado de distrito de Guanajuato, le entregó sus dos cartas del 25 de diciembre último. En respuesta, manifiesta que por ahora no hay necesidad de otra aplicación de sanguijuelas, pero si así fuere, acepta la oferta de remitirle otro pedido. No puede acceder a su petición sobre la renta de un local que sirva de juzgado, porque de hacerlo, los demás jueces pedirán lo mismo y porque la partida de gastos extraordinarios de justicia no sólo está agotada, sino que se excedió con 40,000 pesos. En cuanto a la autorización para que de la suma destinada a compra de muebles se emplee una parte para comprar libros útiles al despacho, es preciso que lo solicite oficialmente; no pondrá obstáculos para la aprobación. Todavía no le envía el tomo 12º de la colección de [Manuel] Dublán y [José María] Lozano [Legislación mexicana o Colección completa de las disposiciones legislativas expedidas desde la Independencia de la República], porque aún no sale. Agradece, las frases benévolas para con él como hombre público. |