Nada ha podido hacer en obsequio a su recomendación en favor del capitán José Ma. Amezcua, pues hasta la fecha éste no se le ha presentado. En cuanto a la delicada situación en que se halla con motivo del encargo consabido, aconseja pedir una audiencia al Gral. [Francisco] Tolentino para informarlo de esa situación, la cual no pudo evitar, y no dé ascenso a las acusaciones en su contra. Añade lo siguiente: "De nuevo te recomiendo que te conduzcas con la mayor prudencia; que ejerzas un imperio absoluto sobre ti mismo; y que tengas muy presente que no sólo es una Señora la que te ataca, sino que es la Sra. de tu jefe". Reitera que se acerca el momento en que quede inactivo y por lo tanto, sin recursos económicos. Su salud no mejora: "mi estómago sigue débil, mis digestiones son lentas y penosas; y mi cuerpo está lánguido y casi incapaz de trabajos serios. La enfermedad de la vejiga no se corrige. Es mi propósito ponerme en cura formal, cuando vuelva a la vida privada". |