Cumplió su determinación de despachar los negocios de la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública hasta ayer, y no habiendo tenido el gusto de verlo para expresar gratitud por su confianza, en la presente carta lo hace y se despide esperando sus últimas órdenes. Aprovecha para solicitar su intervención para que el Gral. [Francisco] Tolentino sea indulgente con el capitán Agustín Montes y que no consulte la baja de éste a la Secretaría de Guerra, sin la previa aprobación presidencial. La baja de mi desgraciado hijo sería su irremediable perdición; y tal vez abreviaría los días de su viejo y enfermo padre. |