Tiene esperanza en ser nombrado magistrado de la Suprema Corte de Justicia ya que en los diarios independientes, ministeriales y de oposición hay buena aceptación de su persona para ocupar el cargo y por ello considera que tiene las simpatías de los "príncipes de la República de las Letras", quienes tienen gran influencia en la opinión pública. Se despide citando a Horacio: "principibus placuisse uiris non ultima laus est" [Epistolarum, liber I, Epístola XVII, verso 35]. |