En respuesta a la carta de R[omero] Vargas del 11 de marzo, expresa que por haber aceptado el cargo de magistrado propietario de la Suprema Corte de Justicia, no puede ni debe aceptar regalos de ninguna persona. Por tanto, el piso de losas que le ofreció para cubrir los corredores de su casa en México, sólo puede aceptarlo si paga el precio justo. Si éste no es el deseo del gobernador, le suplica que no mande dichas losas y no vuelva a escribir sobre el asunto. Romero no debe tomar como un desprecio esta respuesta, sino como el cumplimiento del deber y el cuidado del buen nombre. |