Responde a las cartas de Ruano, recibidas por medio de Vicente Guillén. Solicita que el abono del crédito lo envíe con el mencionado Guillén. Lo felicita por el recibimiento de abogado de su hijo Luis; siente mucho la mala suerte que a él le tocó con Agustín [Montes]. Insiste en que interponga sus "respetos con los abogados de los acreedores del concurso de Monroy para que activen su expresión de agravios". En relación con su posición para dar término a la guerra civil, plantea que haga extensiva entre sus amigos la idea de que no haya elecciones en el estado de México. Es necesario que no se lleven a cabo en ningún lado, pues la reelección es "la guerra civil indefinida; es la muerte de toda esperanza de bien; es la ruina completa de nuestra patria". |