Agradece a su prima Soledad que le haya enviado "dos docenas de quesos, los cinco cuartillos de piñón y las cinco libras de longaniza". Debido a que recayó en su enfermedad habitual, pide que ya no le mande el resto de los encargos "porque no podría gustarlos". Remite el dinero por los encargos recibidos y, en calidad de regalo, envía chocolate y mamones. |