Comandancia militar

924 / Ms. 1249 / 1876-07-18 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: MONTES LEDESMA, Dolores
En respuesta a dos cartas de Dolores del 12 de julio, informa que de inmediato escribirá al Gral. Francisco A. Vélez, comandante militar de Huichapan, a fin de que haga valer su influencia en favor de Flavio Anaya para que sea puesto en libertad. Confirma la noticia de que Agustín fue arrestado [debido al juicio que se le sigue por una pelea que tuvo con Epigmenio Cumplido]. Por último, pide que envíe a Alejandro García y a Silviano Gómez las cartas adjuntas.

1414 / Ms. 1251 / 1877-01-04 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: NEGRETE, Miguel
Le recuerda que el 28 de diciembre de 1876, tuvo a bien aceptar que Agustín [Montes] tuviera empleo en la comandancia a su cargo. Por ello, solicita que haga lo posible para efectuar dicha colocación.

3067 / Ms. 1255 / 1881-04-29 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: MARTÍNEZ, Domingo
Copia algunos párrafos de la carta enviada a Montes por un amigo residente en Tampico. Dicha carta dice, entre otras cosas, que Martínez recibió varias recomendaciones para que suspendiera al juez de distrito [de Tampico] Modesto Ortiz, porque las medidas que éste toma en la averiguación del contrabando y su energía al poner preso a Verea no gustó a la mayoría de los comerciantes. Éstos azuzan la prevención que el magistrado Martínez tiene contra Ortiz y tratan con cualquier pretexto de deshacerce de él. También parece que el magistrado no es tan desinteresado; se teme que cualquier acusación de Jáuregui, tío de Verea, acompañada con algún dinero produzca la suspensión del juez. Así pues, aunque no da por ciertas estas noticias, creyó un deber ponerlas en conocimiento de Martínez. El contrabando es un vicio dominante en Tampico porque el comandante militar lo protege y por ello hostiliza a las autoridades judiciales de la Federación. El juez Ortiz no se doblega ante las exigencias del comercio de mala fe, ni a la hostilidad del comandante militar; merece por ello toda la protección de Martínez.

3068 / Ms. 1255 / 1881-04-29 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: OBREGÓN, Ramón de
Pondrá en conocimiento del presidente [Manuel González] su carta del 20 de abril, para que se efectúe el debido nombramiento de comandante militar hecho en favor de su hijo Adolfo [Obregón]. Escribió al magistrado de Circuito de Monterrey [Domingo Martínez] indicando la conveniencia de proteger al juez de distrito de Tampico [Modesto Ortiz] contra las intrigas de los contrabandistas en aquel puerto.

3309 / Ms. 1255 / 1881-06-15 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: ORTIZ, Modesto
Lo felicita porque "la justicia triunfó sobre la fuerza bruta" que protege al contrabando y otros desórdenes en este puerto. Dicho triunfo acaso se deba a una nota que él envió al Ministerio de la Guerra el 2 de junio, la cual copia a continuación. En ella, además de transcribir un telegrama del promotor fiscal Francisco Uranga, avisa que el comandante militar es el jefe de los que en Tampico contrarían a la justicia federal; es urgente la solución de la crisis que sufre el juez [Modesto Ortiz], a quien debe apoyarse con la fuerza para hacerse respetar. Si el comandante Flores es quien debe apoyar al juez de distrito, la orden no será obedecida porque dicho jefe militar está a la cabeza de los contrabandistas y defraudadores de los derechos fiscales en el puerto. Hay que llamar la atención del presidente [Manuel González] sobre la imperiosa necesidad de dictar una medida radical para extirpar los desórdenes que tanto tiempo han reinado en Tampico. Así pues, en la presente carta, ofrece pedir al presidente que Flores no vuelva al puerto. Ortiz debe aprovechar el triunfo de la justicia federal "para limpiar ese establo", en la inteligencia de que contará con su apoyo, pues toda su vida ha hecho "una guerra cruda a los ladrones y a los pícaros y no está dispuesto a temerlos, ni a transigir con ellos", mucho menos cuando ha llegado al último tercio de su vida.