Josefina Díez Barroso

541 / Ms. 1248 / 1875-03-31 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CUMPLIDO, Ignacio
Desde el 15 de marzo reside en Taxhidó, en la margen derecha del río, bajo la sombra de un jacal techado de punta de caña, construido por Adrián Ocampo. Describe Taxhidó de la siguiente manera: "es un vallecito profundo, accidentado y dividido por un río llamado de San Juan, o de Aguascalientes, porque abundan en sus márgenes, fuentes de aguas termales. El lugar, fuera de las aguas, nada tiene de agradable: figúrese V. al medio de una cordillera coronada por tres aglomeraciones de roca, que parecen cabezas de fraile, al Norte otra cordillera igualmente adornada en su cima de roca viva; represéntese V. ambas pendientes cruzadas por dos veredas pésimas; y, en el centro del vallecito un río de aguas verdes que en su curso incesante han taladrado una cantera blanca, origen del nombre Otomí que lleva el lugar; nombre que significa tepetate blanco. Algunos sabinos adornan ambas márgenes del río. En cada margen existe un venero de agua fría, dulcísima. La vegetación, es pobre; la constituyen el órgano, el garambuyo, el mesquite, el huisache, la uña de gato y algunos otros vegetales más pobres todavía". Después de esta descripción, expresa que tal vez las aguas de Taxhidó podrán curar a Cumplido de la ceguera que lo amenaza, pues tiene conocimiento que varias personas tullidas, gálicas, sordas, semiciegas, heridas y llagadas, han sanado después de algunos baños. "Las aguas de la margen izquierda son más abundantes, formando la naturaleza 3 baños llamados Del Obispo, Los Cajones y De la Arena, siendo el primero el más cómodo". Recuerda una canción que cantaba Josefina Díez Barroso: "Todo hombre que se muere, Sin amar a una morena. Se va de este mundo al otro. Sin saber lo que es canela", la que puede aplicarse a las aguas de Taxhidó. Solicita que vigile el empaque, envíe y pague 100 eucaliptos de los que hablaron, además de otra docena empacada aparte dirigida a Dolores Montes, Adrián Ocampo, 2ª calle de Iturbide, Tecozautla, y a Guadalupe Zarazúa, hacienda de Quitillé. Por último pide guardar silencio en lo relativo a Taxhidó, porque no quiere tener contratiempos en la realización de un proyecto que tiene en mente; sólo a José Ma. Vigil debe enseñar esta carta, recomendándole también silencio sobre el asunto.