Miguel Ruelas

1957 / Ms. 1252 / 1879-04-06 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: VEGA, Jesús Plácido
Pide que lea las cartas adjuntas y las entregue en propia mano a [Miguel] Ruelas. En cuanto al pago del crédito de Vega, le recomienda hablar con Bonifacio Gutiérrez para que no permita que comience el año económico sin que se le pague. Pregunta si Sixto [Trejo] pagó la libranza, en caso contrario expresará a éste que la buena voluntad de Montes al ayudarlo no merece esa respuesta.

1971 / Ms. 1252 / 1879-04-21 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: VEGA, Jesús Plácido
Le causa beneplácito saber que Sixto [Trejo] pagó la libranza consabida. Es increíble la conducta de [Matías] Romero para con Vega. Éste entregará una carta adjunta a [Miguel] Ruelas y pedirá que lo presente con el ministro de Hacienda [Trinidad García Brito]. Explicará a García la naturaleza de su negocio ponderando la inconveniencia de que la venta de un objeto [un piano] necesario para la educación de la niñez en un establecimiento público, hecha en 200 y tantos pesos menos del verdadero valor, no se pague hasta la fecha siendo que el contrato se hizo al contado. Finalmente, dirá que él interesa su amistad para que haga la justicia que Romero le negó.

2178 / Ms.1253 / 1880-05-05 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: RUELAS, Miguel
Solicita a Miguel Ruelas una cita para presentar sus respetos y tratar un negocio.

2184 / MS. 1253 / 1880-05-07 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: RUELAS, Miguel
Comunica a Miguel Ruelas que a las nueve de mañana tendrá la satisfacción de presentarle sus respetos en el número 10 de la 2a. Calle de Santo Domingo.

3091 / Ms. 1255 / 1881-05-04 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: ZAMACONA, Manuel María de
Queda en espera de los reglamentos de los dos colegios [oficiales] de Estados Unidos y el informe sobre la manera en que los alumnos practican sus respectivos cultos [religiosos]. Desea que se resuelvan las cuentas pendientes entre el secretario de Relaciones Exteriores [Ignacio Mariscal] y Zamacona, se haga justicia a éste y quede en libertad de seguir representando a México cerca del gobierno estadounidense. Le impresionó en forma negativa su informe sobre la orden de desaparecer la nota de [Miguel] Ruelas en que éste protestaba "que no se volvería a incurrir en la imprevisión que marcó los actos del Sr. Mariscal en 1870". Teme que Zamacona siga encerrado en el silencio en relación con la calumnia que le imputó el reporter del Cincinnati Gazette, y que en tal caso sea víctima del rencor y la malevolencia. Con respecto a la situación del país, comenta que hay paz en todo el territorio, los pagos se hacen con regularidad y progresa la construcción de los ferrocarriles central y de Toluca. P.S. Dio a conocer al presidente [Manuel] González la noticia relativa a la nota de Ruelas e hizo resaltar la diferencia que existe entre el ministro de México en Washington y su jefe [Ignacio Mariscal].

3299 / Ms. 1255 / 1881-06-13 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: ZAMACONA, Manuel María de
Relata la verdad sobre la crisis que Zamacona sufrió, causada con toda intención por "el rencor y la venganza". El jefe de Zamacona [Ignacio Mariscal] arregló "sotto voce" la sucesión del primero en la Legación mexicana en Washington; el presidente [Manuel González] comunicó a Montes dicho arreglo y éste lo reprobó con energía contrastando la conducta del secretario de Relaciones Exteriores [Mariscal] cuando fue ministro en Washington y la de Zamacona, además de hacer otras consideraciones. El presidente nada contestó a estas observaciones, pero tampoco volvió sobre sus pasos. Después se dio la crisis consabida y aprovechó todas las oportunidades para hablar contra la renuncia de Zamacona. En alguna conversación el presidente comentó que Mariscal no sería nombrado ministro mexicano en Washington, y el 31 de mayo la crisis se volvió en favor de Zamacona. Éste y Montes deben tomar la ofensiva contra su enemigo [Mariscal], el cual le hace la guerra en el buen despacho de los negocios de Justicia e Instrucción Pública, tales como la iniciativa para que los seis jueces del ramo correccional asuman el carácter de jueces penales o la iniciativa sobre el plan de estudios. La ofensiva puede basarse en lo siguiente. En febrero de este año Mariscal propuso al presidente el nombramiento de Esteban Velázquez de León para cónsul mexicano en París; Velázquez, en tiempo de la presidencia de [Sebastián] Lerdo de Tejada, salió fugitivo de México hacia Estados Unidos, por haber dispuesto indebidamente de casi todos los fondos del Colegio de Abogados y de las fortunas de algunos particulares. Si Mariscal ignora los antecedentes de Velázquez, es un inepto, pero si los conoce, entonces es desleal. Hay algo más: durante la ausencia de Zamacona en Washington, se mandó destruir de los archivos de la legación cierta nota del ministro Ruelas; no cree que el presidente ordenara la destrucción y está cierto que éste nada sabe al respecto. Somete a consideración de Zamacona el siguiente plan de acción: poner en conocimiento del presidente, por conducto de la Secretaría de Justicia, los hechos referidos pidiendo se proceda en justicia contra su autor. Para fundar la acusación, en cuanto a los antecedentes de Velázquez, Zamacona pedirá que la Secretaría de Justicia ordene al Colegio de Abogados informar sobre los capitales tomados indebidamente, y al Tribunal Superior mandar copias certificadas de la ejecutoria o ejecutorias que sus salas pronunciaron contra el hoy cónsul en París. La secretaría de la legación en Washington debe certificar la copia de la nota en que se mandó retirar la de Ruelas. P.S. Cuando Ignacio L. Vallarta era secretario de Relaciones Exteriores, le comentó que el gobierno puso en poder de Mariscal, entonces ministro mexicano en Washington, 4,000 pesos para pagar los honorarios del árbitro tercero en discordia de la comisión mixta de reclamaciones estadounidenses y mexicanas; llegado el momento de pagar, no pudo hacerlo porque dispuso del dinero. Además, cuando dejó de ser ministro quedó descubierto con 10,000 pesos. Vallarta pensó someterlo a juicio. Tal vez hallará en los archivos de la legación las pruebas de esta infidelidad. Suponiendo que hubiesen desaparecido, Zamacona puede pedir que la Secretaría de Justicia ordene a Vallarta informar sobre el asunto.