971 / Ms. 1249 / 1876-08-27 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: CORTÉS, Luis Clemente
Da respuesta a la carta de Cortés del 24 de agosto y, aunque advierte que lo hará "con toda la brevedad que me sea posible", da una extensísima contestación sobre los agravios y ataques a su reputación, de parte de Cortés, desde 1868. Aclara aquellos hechos que demuestran su calidad de padre, abogado y ex patrono y antiguo apoderado de los herederos de Ignacia de la Concha. Todo ello, debido a la serie de derechos que sin justificación se atribuye Cortés. Asimismo, por las amenazas para intimidarlo y las cuales agradece, porque al final servirán para acreditar que "la ingratitud preñada" es una de las malas cualidades de Cortés. En cuanto a sus desgracias familiares: muerte de su hija y conducta delictiva de Agustín Montes, atribuidas por Cortés a "un castigo de las culpas de su padre", contesta con la profecía de Ezequiel (cap. 18, vers. 20 y 30): "El alma que pecare, esa morirá". Termina en forma tajante con la determinación de no volver a escribirle.