Tlalnepantla

1368 / Ms. 1251 / 1877-12-05 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: REBOLLAR DE MONTES, María de Jesús
Sigue el mal tiempo y ayer cayó mucha nieve. Las diligencias están muy retrasadas y por tanto viajará a caballo de regreso a México; aunque es molesto, es más seguro. Estará en Tula en un día y al siguiente en Tlalnepantla, de donde se dirigirá en tren hacia México. Envía algunos alimentos con Bonifacio Lugo. P.S. Se despejó la atmósfera.

2661 / Ms. 1254 / 1881-02-10 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: AGUIRRE DE LA BARRERA, José María
Comunica el contenido de la carta que escribió al administrador de la Aduana de la capital [Felipe Arellano, relativa al empleo para Julián Velázquez, véase núm. 2660].

2684 / Ms. 1254 / 1881-02-14 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: AGUIRRE DE LA BARRERA, José María
Comunica la respuesta de [Felipe] Arellano con respecto a la recomendación de Julián Velázquez [para obtener empleo en la Aduana de la capital, véase núm. 2660].

3394 / Ms. 1255 / 1881-06-30 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: AGUIRRE DE LA BARRERA, José María
El reconocimiento de Aguirre es prematuro, pues su iniciativa para crear una nueva escuela nacional confiada a la dirección de una de las señoritas Gaxiola, todavía no es aprobada por el presidente [Manuel González]. Si el Ejecutivo no aprueba dicha iniciativa entonces Aguirre podrá aplicarle el siguiente hemistiquio de Sexto Propercio: "in magnis et voluisse sat est" [Elegiae, Liber II, vers. X]. Para los que consideran la instrucción pública "como una de las principales bases del grandioso edificio de las instituciones liberales, la escuela es una gran cosa". Siempre ha procurado no tener otro fin en sus acciones públicas que el bien de sus compatriotas; ejemplifica esta conducta con el discurso de Julio César en el Senado romano cuando se deliberaba el castigo para Lucio Sergio Catilina por conjurar contra la República: "los hombres públicos deben estar libres de pasión, pues ésta estorba para conocer la verdad".