Vicente Hernández

3892 / Ms.1257 / 1881-10-05 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: TORRES ARANDA, Mariano
Ya recibió las sanguijuelas que le remitió, pero cuando el barbero se las aplicó éste opinó que eran como siete docenas y no una gruesa y media. Esto prueba que los animales son muy delicados o que su enviado, Vicente Hernández, que las llevó a México, no les cambió el agua o lo que es peor, las vendió. Sin embargo, la buena calidad suplió la cantidad. Tomará el té diurético que le envió. No acepta que pague las sanguijuelas, pues nunca permite que nadie le regale nada siendo funcionario público. Fundamenta esta conducta en el Éxodo, vers. 8º, cap. 23, y en el Deuteronomio, vers. 19, cap. 16. Lo que sí acepta son las seis cajas de cajeta de Celaya, para lo cual se basa en la opinión de los emperadores Severo y Antonino referida por Ulpiano (ley 6º, párrafo 3º, del Digesto de officio proconsulis et legati, 1-16).