Juvenal

577 / Ms. 1248 / 1875-04-14 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CUMPLIDO, Ignacio
Recibió su carta del 7 de abril y las pruebas de la obra que mandó imprimir [Informe en derecho, pronunciado... ante la Primera Sala del Tribunal Superior del Distrito Federal, relativo al juicio por sucesión legítima de Manuel Morales Puente, entablado por Mariana Puente de Morales contra Dolores Rodríguez Arana]; concluida la corrección de pruebas ordenó a Ángel M. Salgado cotejarlas con los originales, ya corregidas éste las entregará a Cumplido para su edición. Pide que ésta sea nítida y convide a la lectura. Siente pesar por tener que dejar Taxhidó y expresa: "Mi razón se confunde al considerar la apatía de nuestros ascendientes y de nosotros mismos, que no hemos llevado los adelantos de la civilización a ese lugar, que tanto bien hace a los que padecen. No quiero sufrir el mismo reproche; dejo dadas mis órdenes para acopiar arena, cal, cantería labrada, piedra y madera para construir una cortina en la margen derecha que la deje libre de las crecientes del río, para construir una casa con todas sus comodidades, incluso un baño dentro de ella, y un hotel que comenzará a servir en el próximo mes de enero". Lo invita a pasar una parte del invierno en Taxhidó bajo el techo de una casa construida de acuerdo con los principios de la ciencia. Comunica que lo retienen en Huichapan, "la patria de los Villagranes", dos negocios: la adquisición del vallecito de Taxhidó y sus aguas termales, y la compra de una hacienda [Jaltipan] en el valle de Cuautitlán. Pide que enseñe esta carta a José Ma. Vigil. Se despide deseándole lo que el verdadero Juvenal aconsejaba a sus lectores que pidieran a los dioses: "Mens sana in corpori sano".

638 / Ms. 1251 / 1875-05-15 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CEBALLOS, Lorenzo María
Es injusto que censure la conducta de [José Antonio] Bonilla, por haber tomado dinero a rédito de la viuda de Cornelio Prado. Es injusto porque fue Montes el que pidió dinero a Antonio de Mier y Celis, quien expresó tener disponible sólo el dinero de aquella viuda. Pasando a otro asunto, solicita que los encargos que le hace en la presente, los remita en el primer buque de vela que salga de Francia para México; encargos que hace porque tiene la intención de construir y amueblar un hotel en Taxhidó para que "la clase media pueda aprovecharse de sus saludables aguas, que hoy no están a su alcance". Asimismo, que la factura consular esté en regla, "porque estoy fastidiado de pagar multas en la Aduana marítima de Veracruz". Envía una letra de cambio por 1,297 pesos 65 centavos que le debe. Además de los artículos que solicita para uso personal y de los destinados para el hotel, encarga dos ejemplares de las "Satiras" de Juvénal, "traduites par J. Dusaulx, quatrième edition, París, 1805" y que vea a Mr. [Ernest] Thorin para que los busque con todo empeño.

729 / Ms. 1249 / 1876-01-16 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CEBALLOS, Lorenzo María
Siente mucho que esté enfermo. Informa que se ha sentido mal del estómago. Sus compadres [José Antonio] Bonilla y Angelita irán a comer a casa, por el cumpleaños de su esposa. Encarga la compra de cuatro pares de zapatos con el zapatero Lecerre. Le recuerda que desea adquirir un ejemplar de las Sátiras de Juvenal, traducidas al francés por Mr. Dusaulx; ojalá [Ernest] Thorin pueda hallar la edición de 1803. Confirma sus predicciones con respecto a que continuaría la revolución en México con mayores proporciones y que el Gral. Porfirio Díaz pronto entraría en campaña. El acontecimiento del mes es la oposición de El Siglo XIX a la reelección del presidente [Sebastián Lerdo de Tejada]; los redactores del periódico son Isidro Montiel [y Duarte], Emilio Velasco, Francisco Gómez Palacio, José Rivera y Río, y Lisandro Lameda.

760 / Ms. 1249 / 1876-01-30 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CEBALLOS, Lorenzo María
Corrige que es deudor por la cantidad de 8,751 francos y no de 2,751 como lo afirmó Ceballos en carta del 18 de diciembre de 1875. Deuda de la que enviará 5,000 francos por el próximo paquete francés, pues el negocio de la casa núm. 1 de la calle de Vergara quedará concluido con la pérdida del juicio de amparo por la parte contraria. Recuerda su pedido de las Sátiras de Juvenal. Comenta su deseado y necesario viaje a Taxhidó. Da por hecho que el 1º de febrero El Siglo XIX lo presentará como candidato a la presidencia de la República. Espera que el amigo común, Vicente García Torres, escriba a su padre para que El Monitor [Republicano] también lo postule. Aceptó la candidatura por las siguientes razones: "1ª para demostrar que todavía hay en la nación algunos hombres independientes y dignos, que no se arrodillan ante la tiranía tan hipócrita, como estúpida, que está arruinando a nuestra pobre patria; 2ª porque yo no debo desairar a millares de ciudadanos creyéndome capaz de restablecer el imperio de la ley y de la moral, sistemáticamente conculcado por el candidato de la reelección; 3ª porque en la política de nuestro país tiene mucha parte el imperio de lo imprevisto ¿Quién puede anunciar lo que sucederá entre nosotros dentro de cinco meses y medio?; y 4ª el descontento público es infinito; la guerra civil cada día toma mayores proporciones; la reelección significa la guerra, y mi candidatura significa la paz". Añade que su compadre [José Antonio] Bonilla también lo apoyará con su periódico [El Porvenir].

834 / Ms. 1249 / 1876-04-16 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CEBALLOS, Lorenzo María
Agradece la felicitación para su esposa por el día de su santo. Solicita que diga a Mr. Lecerre que los botines están bien en cuanto a la medida, mas no en calidad. [José Antonio] Bonilla aceptó el consejo de Ceballos de vender la imprenta y ya busca comprador. En relación con los papeles que Ceballos pidió a Bonilla, "me ha dicho ayer, que por este paquete se los mandará"; sobre la no remisión del dinero, la justificó con que debe pagar 1% sobre capitales, la falta de pago de los arrendatarios de la fincas y porque la situación económica en el país es espantosa. La guerra en pleno continúa, "desde fines de marzo [el gobierno] mandó aplicar a los prisioneros la ley especial que castiga a los plagiarios y ladrones con la pena de muerte," por lo que la Cámara de Diputados reclamó esa crueldad feroz e inaudita; "el ministro de la Guerra [Ignacio Mejía], dijo en la tribuna que por un error del escribiente, la orden del 26 de marzo al Gral. [José] Ceballos, gobernador y comandante militar de Jalisco, dice lo que no quiso decir el gobierno". Tal justificación fue recibida con "una silba espantosa y como es natural, los revolucionarios tomaron ejemplo fusilando a 3 defensores de la ciudad de Cuautla". Si pregunta cuándo terminará la guerra, respondería como los franceses definieron a México: "c´est le pays de l´imprévu". Sin embargo, se atreve a comparar la situación con la del dictador Santa Anna en los años de 1854 y 1855, por lo que es probable que el gobierno sucumba antes de cubrir su periodo presidencial. "¿Qué vendrá después? yo no lo sé; pero vuelvo a conjeturar que lo que venga no será tan malo, como lo que hoy sufrimos". Se habrá enterado por la prensa de Estados Unidos que el Gral. [Porfirio] Díaz ocupó el puerto de Matamoros y que avanza sobre la ciudad de Monterrey; si triunfa sobre el Gral. [Mariano] Escobedo, llegará a México en julio o agosto. Finalmente le recuerda su encargo de los ejemplares de las Sátiras de Juvenal [traducidas por J. Dusaulx].

885 / Ms. 1249 / 1876-05-29 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CEBALLOS, Lorenzo María
Empieza con el proverbio "Días de mucho, vísperas de nada", que relaciona con el hecho de que Ceballos tiene carta que contestar. El día anterior le escribió una carta en la que presenta a Jorge Carmona, quien además de haber sido ayudante del presidente Ignacio Comonfort, está casado con la viuda millonaria de Isidro Béistegui; por lo mismo no necesita de los favores pecuniarios de Ceballos. Desde luego no lo recomendaría bajo ese punto de vista. Pone al tanto de que Carmona le entregará 3,585.70 francos por concepto de la deuda de Montes. Con respecto a la situación del país, expresa que la guerra civil continúa; la noticia del día es "que el Gral. Díaz, dejó ir a Escobedo con su ejército hasta Matamoros, mientras él a la cabeza de un cuerpo ligero de Caballería penetraba al interior de la República". Vicente Riva Palacio y el Gral. Juan N. Cortina se lanzaron a la revolución, por lo cual envía el núm. 34 de El Combate que publica la proclama de Riva Palacio. Pide que le envíe "el estado de nuestras relaciones financieras". Lemus obsequió a Montes cuatro pares de botines, así como dos ejemplares de las Sátiras de Juvenal y uno de [Quinto] Horacio Flaco, edición de [Pedro] Didot.

902 / Ms. 1249 / 1876-06-15 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CEBALLOS, Lorenzo María
[José Antonio] Bonilla ya le entregó los ejemplares de Juvenal, uno de [Quinto] Horacio [Flaco] y otro de Tres ensayos sobre la religión de [John] Stuart Mill, así como cuatro pares de botines y siete esponjas. De ninguna manera debe regresar a México, "porque siendo U. un edificio viejo y cuarteado; temo mucho que no haya aquí puntales bastante fuertes, que impidan la ruina del edificio: Viva la gallina y viva con su pepita". Seguirá su consejo de continuar viviendo en la casa que ocupa actualmente. Agustín [Montes] seguirá en México esperando el desenlace de la crisis política. Recibió la esperma y la estearina. Informa que Bonilla prometió quedar al corriente en la formación y envío de sus cuentas. Tiene en su poder la escritura de [Justo L.] Carresse, quedando a disposición de Ceballos o "de su hijo Lorenzo en el caso de que haga U. su viaje a la región de la que nadie vuelve". Reseña los acontecimientos militares sucedidos entre las fuerzas del gobierno e insurrectos de Oaxaca y Puebla, sin embargo no sabe con certeza lo que pasa porque: "Desde la independencia hasta hoy no habíamos visto una guerra de mentiras tan descaradas como la presente". Al final sentencia: "caerá el gobierno federal; y caerá más pronto de lo que aquí se piensa. ¿Por qué pienso así? Porque tal caída es necesaria para la salvación del país; y las cosas necesarias se realizan sin que haya poder humano que las evite".

922 / Ms. 1249 / 1876-07-15 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CEBALLOS, Lorenzo María
Se disculpa por el error involuntario de no mandar a tiempo la carta que precedía a ésta, pues la correspondencia para el paquete inglés salió la noche anterior. Sigue enferma la comadre Angelita y debido al desfallecimiento causado por la enfermedad, no toma los baños ferruginosos de la hacienda de Aragón, que tan buen resultado producen a los que padecen de clorosis. En cuanto a su salud, expresa estar muy aliviado pues el médico homeópata, Rafael Navarro, y los baños ferruginosos lo volvieron a la vida. Pasando a las noticias políticas, asevera que los "males que por inexperiencia o perversidad nuestros mayores dieron a nuestra patria, no se comparan con los que la oligarquía lerdista ha dado a nuestro pobre país en los días 25 de junio y 9 del presente julio". Transcribe lo publicado en el Diario Oficial del 14 de julio, sobre el fraude electoral reeleccionista. Compara esta farsa electoral con la apelación al pueblo de Antonio López de Santa Anna en 1854, por lo que cita a Juvenal: "Nada tiene la posteridad que añadir a nuestras costumbres. Los vicios han llegado a su apogeo". A propósito de Santa Anna, da la noticia de su fallecimiento el 21 de junio, presenta un resumen de su biografía y de las honras fúnebres de que fue objeto por parte del Gral. Santiago Blanco, así como la definición que de dicho personaje hizo Posada, arzobispo de México: "Santa Anna es uña y carne. Todavía no empieza la posteridad para Dn. Antonio, su historia podrá escribirse después de pasados cincuenta años". P.S. Transcribe lo siguiente de un recado del compadre Bonilla: "En el presente mes y hasta el momento sólo ha podido cobrar trescientos cincuenta pesos, de [los] que entregó ciento cincuenta al señor Montes, ciento cincuenta al pago de contribuciones".

1698 / Ms. 1252 / 1878-07-28 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: GUTIÉRREZ FLORES ALATORRE, Blas José
Recibió 128 páginas que le faltaban del 2º tomo de los Apuntes sobre los fueros y tribunales militares. Considera injusto que, por completar el tomo que le obsequió, quede trunco otro; de ahí que le pregunte el precio para mandarle el dinero. Le causa una impresión dolorosa el rudo trabajo al que se consagra Gutiérrez, viniendo a su memoria unos versos de Juvenal (Sátira XII, versos 48-51) y de [Quinto] Horacio [Flaco] (Epistolarum, liber I, epístola I, versos 13-19), los cuales copia para que los tome como programa a seguir. Agrega: "Poco hemos de vivir porque pasamos de los cincuenta años; vida larga para nuestro país; procuremos que los últimos días de nuestra existencia sean agradables; y si esto no fuera posible, quitémosle el mayor número de incomodidades, en cuanto de nosotros dependa". Se despide deseando que se declare fiel discípulo de la amable filosofía de Horacio.

1839 / Ms. 1252 / 1878-11-17 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: MIRAFUENTES, Juan Nepomuceno
Agradece la buena acogida que dio a su recomendado el Sr. Artola. Debe darle una amplia justificación relativa a la prisión de José Antonio Bonilla, amigo y compadre de Montes, porque éste se lo recomendó 2 veces para diputado propietario por alguno de los distritos del Estado de México. Con el objeto de disipar los malos juicios que pueda hacer de su probidad y de la de Bonilla, explica ampliamente la situación. En diciembre de 1853, cuando la ciudad de México sufría la peste del cólera asiático, Lorenzo Ma. Ceballos otorgó testamento nuncupativo, declarando que Ángela, Manuel y Lorenzo eran sus hijos naturales y los reconoció expresamente como tales, instituyéndolos herederos por partes iguales. Más tarde ejecutó el testamento asignando a cada heredero los bienes de su legítima esposa y entregó a José Antonio Bonilla la parte de Ángela, su legítima mujer. Debido a que Manuel determinó servir a la patria con las armas contra la invasión francesa, Ceballos decidió emigrar del país con sus 2 hijos y confirió poder a su yerno Bonilla para administrar todos sus bienes. Se dirigió a Estados Unidos en 1863. y de ahí a Europa, donde permaneció hasta octubre de 1877, llegando a México en noviembre de 1878. Bonilla rindió cuentas y aceptó deberle 30 y tantos mil pesos; Ceballos se apoderó de todos los bienes de Bonilla, pretendiendo que declarara por escrito que no le cobraría honorarios por la administración de sus intereses, a lo que aquél se negó. Con vista de los expedientes judiciales y teniendo en cuenta el monto de los bienes administrados y sus productos, Bonilla presentó al abogado la regulación de sus honorarios que importaron 44,000 pesos; el día que debió presentarse la demanda de honorarios a la justicia, supo que estaba acusado criminalmente por su suegro, por abuso de confianza, ante el juez 6º del ramo criminal. Cuando se presentó al juzgado, sin ser citado, se le declaró detenido y al tercer día formalmente preso a pesar de haber hecho valer su calidad de diputado suplente por el Estado de México al Congreso de la Unión. El juez invadió la esfera de la autoridad federal a pesar de la pena de destitución de empleo que por este atentado decreta el art. 1043 del Código Penal. En 1867, Ceballos confirió a Montes un poder general y el 30 de noviembre de 1870 pidió a éste que aconsejara y autorizara a Bonilla la venta o traspaso de los bienes, especialmente la enajenación de las casas de la calle de la Misericordia. Las cartas de Ceballos sobre este asunto son más explícitas, principalmente la relativa a la cancelación de una escritura de 12,000 pesos sobre el Molino de Santo Domingo. Bonilla demandó el amparo de la justicia federal, pero hasta ahora no tiene juez que conozca de su demanda, lo cual evidencia que los diputados suplentes no gozan del fuero constitucional. Todo este asunto se debe a que Ceballos, hombre ultrasexagenario, tiene relaciones íntimas con una joven francesa que le hizo creer que es padre de un niño, engendrado, según los hijos de Ceballos, por un estudiante de medicina de París; quiere enriquecer a la madre y al hijo desconociendo a su hija Ángela y arruinando a su yerno; tiene la intención principal de apoderarse del Molino de Santo Domingo, propiedad de Bonilla. Si Mirafuentes se convence, con la lectura del Foro de 15 de noviembre de 1878, que los diputados suplentes deben gozar del fuero constitucional, debe recomendar a la diputación del Estado de México que pida al gran jurado nacional reclamar el conocimiento de la acusación entablada contra Bonilla, para que cese el desdoro de las instituciones y el sufrimiento de un inocente. Añade por último: "El género humano ha sido y será siempre el mismo ¿Se acuerda V. de aquel viejo que nos pinta Juvenal desheredando a sus hijos e instituyendo heredera a una ramera de la peor especie?" (Sátira X, versos 236-239. Si tuviéramos un Juvenal no le faltarían tipos originales, que retratar en sus sátiras.

3141 / Ms. 1255 / 1881-05-16 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: ALTAMIRANO, Ignacio Manuel
Acaba de saborear, por segunda vez, la dulcísima carta de Altamirano del día anterior: "¡Válgame Dios, Magister; y cuántas cosas buenas me dice U. por tan poca cosa que yo le dije, cuando U. merece mucho más!" Reitera su felicitación por el buen efecto causado por el artículo de Altamirano, el cual le hizo reír a solas y por el cual lo elogia citando a Quinto Horacio Flaco (Satirarum, Liber I, Sátira X, versos 14-15), a Juvenal (Sátira I, verso 81), a Virgilio (Aeneida, Liber I, verso 83), y a Quintiliano (Institutione oratoria, Liber IV, cap. II). Recuerda la poesía que Altamirano le dedicó cuando ambos pertenecían a la Suprema Corte, así como las siguientes palabras del primero: "Mi lugar no es la Corte. Mi lugar es el parlamento, porque soy orador". Así pues, Altamirano debe aplicarse "a restablecer la elocuencia en la Cámara popular; procure U. que vuelvan aquellos hermosos días en que estábamos colgados de las bocas de los Yáñez, de los Zamacona, de los Ramírez, de los Lerdo y de los Iglesias: los viejos estamos condenados a elogiar nuestros tiempos".

3640 / Ms. 1256 / 1881-08-15 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: MONTIEL Y DUARTE, Isidro
Recibió su carta en la que le agradece el regalo de la obra intitulada Essai sur le duel par le Cte. de Chateauvillard, y en la que también le aconseja olvidar por completo cierto lance. Puede creer que hará en su favor todo lo que le dicta la gratitud, aunque se halla en la situación de querer hacer el bien sin poder hacerlo. Recuerda que en julio de 1879 confirió a Montiel la defensa de su honor y tal vez de su vida, se condujo como "un cumplido caballero cristiano" velando con tanto celo su honra que la hizo brillar y resplandecer. Asimismo, en octubre de 1879 le encomendó el cuidado de su escaso patrimonio y la dirección de su afligida consorte; Montiel se desempeñó como "un diligente padre de familias". Por ello, le estará agradecido por toda la vida. Ya olvidó el triste trance aludido y más de una vez ha tratado al autor del mismo como si nada desagradable hubiera ocurrido. Desde hace muchos años tiene entre sus máximas los pensamientos, que copia a continuación, "de uno de los más esclarecidos moralistas del imperio romano" (Juvenal, Sátira XIII, versos 189-192), así como el consejo de "uno de los más beneméritos maestros de la religión que profesamos" (San Pablo, Epístola de los romanos, cap. 12, versículos 17 y 21).