Positivismo

2526 / Ms. 1254 / 1881-01-14 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: SALINAS Y RIVERA, Vicente
Ordenará al ministro de Guerra [Jerónimo Treviño] mande poner en libertad al soldado Manuel Figueroa amparado por la justicia federal. El programa de instrucción pública que ha formulado es muy sencillo: "abajo lo nuevo porque es malo; arriba lo viejo, porque es bueno". Cita unas palabras de Jesucristo y agrega: "Los frutos del actual plan de estudios no pueden ser más amargos, ni vergonzosos: la ignorancia, la embriaguez, la prostitución, el duelo, el suicidio, efectos del materialismo enseñado a nuestra juventud".

3058 / Ms. 1255 / 1881-04-28 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: GÓMEZ PALACIO, Francisco
Recibió la carta de Gómez Palacio del 11 de abril, por conducto de Carlos Bravo. Envía un ejemplar del proyecto de ley sobre instrucción pública, el cual acaso dirigirá a la Cámara de Diputados en el actual periodo de sesiones. Dice "acaso" debido a que los profesores del positivismo hacen esfuerzos heroicos cerca del presidente de la República para evitar la extinción de la Escuela Preparatoria, la cual es una "fuente venenosa, que ha perdido dos generaciones de nuestra juventud estudiosa; si el proyecto no se presentare, o no mereciere la aprobación del Congreso, a mí me quedará el consuelo de haber intentado remediar un mal de funestas y trascendentales consecuencias para el porvenir de nuestra patria". En vista de tantos problemas con respecto a este asunto, repite con frecuencia una exclamación que Bernardino de Saint Pierre puso en boca de sus niños Pablo y Virginia: "¡Qué difícil es hacer el bien!".

3157 / Ms. 1255 / 1881-05-19 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: ARRIAGA, Ignacio
Agradece las buenas calificaciones que prodigó a su proyecto del plan de estudios. Solicita que escriba algo en favor de dicha iniciativa, ya sea en un periódico de San Luis Potosí o en alguno de la ciudad de México. La carta de Arriaga del 13 de mayo revela que conoce "en toda su deformidad el materialismo, que ha invadido la Escuela preparatoria de esta ciudad; y que, es capaz de refutar con buen éxito las perniciosas y disolventes máximas de esta secta filosófica, peor todavía que la de su primitivo autor Epicuro; porque a lo menos éste enseñó a sus discípulos a que se abstuvieran de la administración pública; mientras que los llamados positivistas son unos empleomaneáticos de primera orden". Lo felicita por su profesión a la filosofía racionalista y agrega que al leer su carta le pareció oír a su digno padre [Ponciano Arriaga] leyendo el 16 de junio de 1856, ante el Congreso Constituyente, la parte expositiva de su dictamen sobre la futura Constitución de la República, u otro de sus notables discursos ante la misma asamblea. Promete, por último, enviarle un ejemplar del mencionado proyecto impreso en cuaderno. En P.S.: "Los positivistas se mueren aquí como perros de rabia; y esto prueba que mi trabajo ha dado en el clavo. ¡Ojalá que lo veamos convertido en ley!". Dijo bien el más profundo de los historiadores romanos: "Natura tamen infirmitatis humanae, tardiora sunt remedia quam malo" [Tácito, De vita et moribus Iulii Agricolae, Cap. III].

3285 / Ms. 1255 / 1881-06-10 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: ARRIAGA, Ignacio
Leyó con placer su carta del 3 de junio, así como la del 29 de mayo publicada en el número 12 900 de El Siglo XIX, en la que formula la siguiente cuestión que él inicia en su Proyecto de ley orgánica de la instrucción pública en el Distrito Federal: "O el positivismo o la Constitución de 1857". Agrega: "si tuviéramos la desgracia de que se entronizara entre nosotros el positivismo, no sólo deberíamos despedirnos de nuestro Código político; sino también de la independencia y de la autonomía de nuestra nación. En efecto ¿cómo podríamos defender tan preciosos derechos, si la felicidad sobre la tierra consistiera en la ausencia de todo dolor y en la mayor suma posible de todos los goces materiales? La sed, el hambre, las inclemencias atmosféricas, las heridas, las mutilaciones de nuestros miembros y la muerte misma ¿son por ventura los goces que anhelan los positivistas? y no es verdad que todo esto debe sufrirse no sólo con resignación, sino con verdadero placer por servir a la patria, por salvar su soberanía y por mantener incólume su forma de gobierno". Mandará pedir algunos ejemplares de la obra que acaba de publicarse en París intitulada El positivismo es incompatible con el liberalismo, con la finalidad de hacerla traducir y publicar aquí. Envía un ejemplar de su proyecto sobre instrucción pública.

3310 / Ms. 1255 / 1881-06-15 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: VIGIL, José María
Solicita a José Ma. Vigil una lista de las obras más notables escritas contra el positivismo pues desea encargarlas a París. En respuesta al interés por el estado de su salud, participa que está muy aliviado de su enfermedad de la vejiga con el uso de una infusión de flor de Jamaica que le envían de Tehuacán de las Granadas. "Se deja entender que este remedio tan eficaz, que produce meadas de buey, y lo que es más, suavísimas, o libres de todo dolor y ardor en la uretra, no es de médico, sino de vieja ¡Oh medicina! ¿Cuándo serás una ciencia?" Desde hace más de un año padece la enfermedad y ningún médico ha podido aliviarlo.

3311 / Ms. 1255 / 1881-06-15 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CARMONA, Jorge
Agradece la buena disposición para cumplir sus comisiones con el Sr. Santos y con el zapatero de la calle Vivienne. Acepta su promesa de enviarle el artículo que se publicará en París sobre el secretario de Justicia e Instrucción Pública. Siente mucho el fuerte desembolso que hizo para satisfacer las exigencias de la Sra. Zuvieta y de su agente Hans. Aconseja no volver "a dar nada a esos caballeros de industria", tratar con indiferencia a los envidiosos y celosos, así como tener presente que "la envidia es la pasión favorita de las almas pequeñas y débiles". El mejor escudo contra los golpes de los enemigos es la inocencia, y mientras ésta abrigue a Carmona nada debe temer. En cuanto al gobierno mexicano, debe estar seguro que no lo molestará porque no tiene celebrado contrato de extradición con la República francesa, porque el respeto a las garantías constitucionales forma parte del programa de la actual administración y porque no le faltará un amigo que en el seno del gabinete levante la voz a su favor. Solicita la mejor obra publicada en París en contra del positivismo. P.S. Encarga que pague al ministro mexicano en París una cuenta de libros. Envía dos ejemplares de El Nacional y dos de El Socialista.

3448 / Ms. 1255 / 1881-07-08 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: ROBLES MARTÍNEZ, Juan
Agradece los calificativos con que favorece el Proyecto de Ley Orgánica de la Instrucción Pública en el Distrito Federal. Envía un ejemplar como prueba de amistad. Por desgracia han podido más en el ánimo del presidente [Manuel González] las intrigas de los positivistas que el empeño de Montes en favor de la juventud estudiosa, la cual debe representar las más justas y hermosas esperanzas de la patria. Aconseja que Robles y otros verdaderos amigos del porvenir de la nación y de sus instituciones liberales, escriban al presidente para que se presente su proyecto en el próximo periodo de sesiones de la Cámara de Diputados. Añade lo siguiente: "El ateísmo, o sea el individualismo, blanco y fin de la secta positivista, ha causado y seguirá causando inmensos y horrorosos males a nuestra República: el ocio, la embriaguez, la prostitución, la propensión al duelo, el suicidio, el materialismo y el ateísmo de nuestra juventud son los frutos envenenados del positivismo enseñado en la escuela preparatoria de México por el imbécil D. Gabino Barreda, destituido de la misión diplomática de encargado de negocios cerca del gobierno alemán, por haber violado las instrucciones del gobierno del Gral. Díaz en una misión especial cerca del gobierno francés. ¿Puede darse mayor ineptitud? ¡y a este hombre estúpido se le ha dado el nombre de sabio; y se le venera en México como el fundador de la escuela positivista! ¡Qué aberración tiene el espíritu humano!". Pasando a otro asunto, insistirá al presidente para iniciar la reforma constitucional relativa al nombramiento de magistrados y jueces, por el presidente con aprobación del Senado, y a su inamovilidad.

3470 / Ms. 1256 / 1881-07-12 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: ARRIAGA, Ignacio
Expresa beneplácito por la buena noticia relativa a que su Proyecto de Ley Orgánica de la Instrucción Pública en el Distrito Federal, fue bien recibido en las poblaciones que visitó y que mereció los elogios de [Octaviano] Muñoz Ledo y de [Joaquín] Chico en Guanajuato, así como de [Agustín] Rivera en Lagos [de Moreno]. Envía cuatro ejemplares del citado proyecto. Lo formó con acuerdo expreso del presidente [Manuel González] y se imprimió con autorización del mismo. Era cosa resuelta que lo dirigiría a la Cámara de Diputados en los primeros días de abril, pero se supo que la iniciativa destruía la Escuela Preparatoria; uno de los profesores, positivista consumado, movió influencias sobre el presidente y la presentación de la iniciativa se aplazó. Ante tal situación, solicita que se dirija a Muñoz Ledo y a otras personas respetables, para que pidan al presidente la presentación de la iniciativa a la Cámara en septiembre.

3938 / Ms. 1257 / 1881-10-16 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CARMONA, Jorge
Anuncia que el Sr. Cósmes no es empleado de la Legación mexicana en París, pues renunció al empleo que allí tenía. Por consiguiente, tiene expeditos sus derechos para actuar como le convenga en el juicio que promovió contra Hans y cómplices. [Diego] Falgar no colocó a [Gabriel] Aguillón, porque aquél arrendó las haciendas y ya no tiene derecho a nombrar a los dependientes; es probable que lo coloque como cobrador de rentas de las fincas que Carmona tiene en México. Envía un billete de la banca de Francia, con el cual queda saldada la factura de los libros que solicitó al Sr. Velasco. Pide el envío del toupet, con persona segura, pero no lo haga por medio de Velázquez de León porque éste remitió uno sin factura y por esta falta, por alcabala y por la comisión a la casa de Veracruz, pagó 22 pesos, más de lo que realmente costó. Queda en espera de los siguientes encargos: vino, un corte de gros negro y la mejor obra escrita contra la filosofía positivista. En cuanto a la situación del país, expresa que las listas civil y militar son pagadas con regularidad; la construcción de vías férreas continúa activamente; en fin, todo anuncia "que hemos entrado en el periodo de la vida en que un pueblo piensa con juicio, obra con prudencia y mira seriamente a su porvenir".