Vindicación
3224 / Ms. 1255 / 1881-05-31 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Siente mucho las molestias ocasionadas a Zamacona por el jefe de éste [Ignacio Mariscal]. Aconseja conducirse con la moderación y calma con que actuó en las crisis de su carrera diplomática. Aún no habla con el presidente [Manuel González] de este asunto; así lo hará en la primera oportunidad pidiendo instrucciones sobre las diferencias de Zamacona con la Secretaría de Relaciones Exteriores. Deplora, igual que Zamacona, la suerte que les tocó en su partido; lo único que les queda es permanecer fieles a sus principios y llevar con paciencia las flaquezas de los jefes, siendo una de ellas llamar a los puestos elevados de la administración pública a individuos que fueron sus enemigos en tiempos de lucha. No es la menor de ellas, que los partidos no estén bien clasificados y no se obre con justicia, como sí ocurre en Europa y en Estados Unidos de América. En P.S. dice que el presidente [Manuel González] está contento con Zamacona, pero estaría más con que sin mediar orden del Ministerio de Relaciones Exteriores, hubiese desmentido la especie que le atribuyó el redactor de la Gazette de Cincinnati. El presidente expresó que dio largas a este asunto para que Zamacona se vindique e [Ignacio] Mariscal se calme.
3246 / Ms. 1255 / 1881-06-04 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: CHÁVEZ, Pablo
Acusa recibo de su carta del 27 de mayo, así como de los impresos incluidos en ella. Aprueba que se haya vindicado de las inculpaciones dirigidas por el impreso [no dice cuál] que Montes recibió en carta anterior.
3498 / Ms. 1256 / 1881-07-18 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ORTIZ, Modesto
Carlos Garza Cortina no le expresó lo que Ortiz quería que supiera, por considerarlo inoportuno. Reitera el consejo relativo a que su honradez, reconocida hasta por sus enemigos, la prudencia y el convencimiento de la superioridad de la justicia federal ante la autoridad militar, son los medios para que siga prestando sus servicios a la nación y para que en definitiva salga victorioso.
3995 / Ms.1257 / 1881-10-28 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: SIERRA, Luis G. de la
No prosperó su solicitud para el pago de sus alcances, debido a que la partida se agotó. Además el presidente [Manuel González] no es partidario de cubrir alcances, ya que el estado del tesoro no lo permite. Sugiere que presente en forma su solicitud de pago para ver la suerte que corre. Desea que se le otorgue el amparo para que vindique su prestigio.
4126 / Ms.1257 / 1881-12-02 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: MONTES, Agustín
Desde octubre sufre los efectos de la enfermedad crónica, por lo que probablemente regrese a la vida privada. Se alegra por el cambio de su carácter y que se conforme con sus padecimientos sin pensar en sobreponerse por medios reprobables. Supone que el Gral. [Rosendo] Márquez ya recibió los 50 pesos; pide que no le tome a mal no enviárselos directamente, pero teme que por su imprevisión y desprecio al dinero se quede sin un peso. Agrega que su mamá envía 20 pesos. Deplora la desgracia que le sucedió en el Hotel de los Refugios, pero se consuela con la idea de que se vindicó de la falta que se le imputa. Aconseja evitar el trato con personas que puedan comprometerlo y sólo escoja amistades con las mejores cualidades. En relación con su recomendación en favor del pago de sueldos del capitán Alberto González, no consiguió la aprobación del presidente [Manuel González] pues el gobierno debe hacer fuertes desembolsos.
4329 / Ms. 1257 / 1882-01-29 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: CARMONA, Jorge
Comenzó a realizar sus encargos con la diligencia debida. Procede con la mayor reserva porque Carmona tiene enemigos poderosos que pueden privarlo de su débil cooperación, a fin de que se vindique de las calumnias que pretenden manchar su nombre.
4439 / Ms. 1257 / 1882-03-05 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: MONTES, Agustín
En respuesta a su carta del 26 de febrero, comunica que ya recomendó con una persona influyente a [José Ma.] Amezcua, la cual puede influir en su absolución. Nada puede opinar sobre la inutilidad de la audiencia con el Gral. [Francisco] Tolentino, porque él debe conocer mejor el teatro en que vive. Tampoco puede recomendar el favorable despacho de su licencia, por las siguientes razones: 1ª, ignora la causa y por ello no puede calificar su necesidad; 2ª, está convencido de que el regreso a México será su perdición y no puede ni debe contribuir a ella; 3ª, puede manifestarle por escrito lo que quiere decir de palabra; 4ª, es irrealizable su deseo de ser electo diputado, pues le bastará recordar que siendo diputado, sufrió la mayor desgracia de su vida y que habiendo estado en su mano realizar su propósito, conduciéndose bien en Atotonilco, él mismo cerró la puerta por la que debía entrar a la Cámara de Diputados; 5ª, las propias palabras de Agustín lo autorizan a aconsejarle que permanezca en su puesto hasta vindicar su honor. Agrega: "¿Quién te ha dicho que una vindicación puede obtenerse abandonando el campo en que ella debe procurarse?, lo que exige tu honor es que pidas un juicio en que se esclarezca tu conducta y en que brille tu inocencia; mientras que tu venida a México confirmaría el cargo o cargos que puedan hacerse en tu contra". En caso de que desprecie la oportunidad para regenerarse, de ser un hombre útil a la patria y de bastarse a sí mismo, no contará más con su padre como si éste estuviera muerto. Si abandona el puesto y regresa a México, no debe ir a verlo ni poner un pie en su casa, pues no quiere morir con el remordimiento de haber "contribuido con mis debilidades a tu perdición". Se despide deseando que se convenza de que un hombre a los 28 años debe pensar seriamente en su porvenir.
4462 / Ms. 1257 / 1882-03-16 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: CARMONA, Jorge
Uno de los ministros de Estado es enemigo de Carmona. Tal vez el origen de esto son las calumnias que alguien le comunicó desde París y, sobre todo, la posición de Carmona debida a su cuantiosa fortuna. Considera injusto que piense que es indiferente a sus negocios, pues el año anterior lo salvó de un golpe mortal preparado en su contra. Si cambia de nacionalidad sus cuantiosos intereses en México sufrirán detrimento. Está seguro que su inocencia triunfará sobre las calumnias; por ello aconseja que escriba su vindicación al presidente [Manuel González] y si es favorable la sentencia en el proceso que sigue contra Hans, también le envíe una copia. Pide que tranquilice a su representante [Diego] Falgar, porque piensa que Montes es su sucesor y esto no es cierto.