Washington
160 / Ms. 1246 / 1873-09-21 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ÁVILA, Eleuterio
Contesta su carta del 25 de julio. Resultados de la elecciones: el Ejecutivo controla el Congreso con cuatro quintas partes de diputados, la otra quinta parte es en su mayoría juarista y mínimamente porfirista; así, más valdría no hacer elecciones, pues sería mejor que el presidente y los gobernadores se reunieran a elegir a los diputados en Palacio Nacional. Cree que su elección de magistrado será permitida para alejarlo del Congreso. Hay paz, pero no progreso, ni confianza, ni negocios.
1744 / Ms. 1252 / 1878-08-30 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: VELASCO, Emilio
Siente mucho que no esté contento en Roma y quiera regresar a México en la siguiente primavera. Es muy difícil el cambio de los hábitos republicanos por los monárquicos y debe ser molesto perder el tiempo en frivolidades y ceremonias de la vida común de las monarquías. Está de acuerdo en que la Corte Suprema de Justicia no debe provocar crisis ministeriales ni valerse de la jurisdicción que le dan la constitución y las leyes, para hacer oposición al Ejecutivo. Para fortuna del país, la Corte comprendió sus deberes constitucionales y procura administrar justicia al que la tiene. Sin embargo, lamenta que el Poder Ejecutivo desprecie la interpretación que la Corte dio al código político en el acuerdo del 4 de julio de 1877; no se logró la consagración del principio de independencia del Poder Judicial haciendo que la Corte nombrara a sus subalternos, sino que se volvió al sistema de ternas, desconocido por la constitución. Lo peor es que los promotores fiscales no pueden tener ya independencia, porque el Ejecutivo los nombra y remueve libremente en virtud de la ley de 1º de junio de 1878, colocando a los partidarios de la independencia del Poder Judicial en la alternativa de sacrificar ese principio del sistema republicano o volver al sistema de ternas propuestas por la Corte para que el Ejecutivo nombre a los magistrados de circuito, a los jueces de distrito y a sus secretarios. Sobre la causa principal de las desgracias públicas de México, opina que es la falta de hombres probos e ilustrados que practiquen lealmente la constitución republicana y federal de 1824, y pregunta: "¿Qué hubiera sido de la Unión Americana si no hubiera contado con Washington y sus ilustres compañeros, que hicieron y practicaron lealmente la constitución que hoy la rige? ¿Qué hubiera sido de la Italia sin Vittorio Emmanuele, que practicó honradamente el estatuto dado al reino de Cerdeña por su padre Carlos Alberto?" Las leyes son lo que quieren los magistrados; y es preferible una ley imperfecta, ejecutada por un magistrado probo a una ley perfectísima practicada por un magistrado prevalido de lo que el canciller Bacon llama illaqueatio malitiosa praetextu legis, que es una de las tres fuentes de la injusticia, Pasando a otro asunto, solicita que le envíe un ejemplar de las Décadas de Pedro Mártir de Anglería, así como de La República de Cicerón, de la cual [Ignacio L.] Vallarta e [Ignacio M.] Altamirano le dijeron se descubrió en Europa; seguramente ya se publicaron los 5 libros que la componen y "que no pudo completar el cardenal [Angelo] Mai, insigne bibliófilo de nuestro siglo y distinguido director de la biblioteca del Vaticano". Con respecto a la situación del país, comunica que Escobedo cayó prisionero el 20 de julio en Cuatro Ciénegas; Pedro Martínez acaba de rendirse con otros jefes y oficiales que siguen al Gral. Treviño; y el coronel Fernández, que se rebeló en Jalapa en agosto, anda fugitivo con unos cuantos por las montañas de las Villas. Las elecciones federales se efectuaron en toda la República como se hacían en tiempo de Lerdo y las 2 cámaras abrirán sus sesiones el 16 de septiembre. Sin embargo, nos está matando la anemia del Ministerio de Hacienda; esta es la hora en que no se paga la primera quincena de Agosto; la mala estación y el contrabando que se hace en la frontera Norte a la sombra de la zona libre y con la connivencia de ciertos jefes militares han producido una verdadera crisis hacendaria. Por último, envía ejemplares de las sentencias notables pronunciadas por la Suprema Corte en 25 de mayo y 23 de agosto: la primera fue redactada por él en la parte del extracto y por Vallarta en la parte de derecho constitucional; la segunda es obra de él.
2909 / Ms. 1255 / 1881-03-30 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
En virtud de no haber recibido respuesta, vuelve a preguntar si en los colegios oficiales de Estados Unidos se da enseñanza religiosa a los alumnos y si éstos practican sus respectivos cultos. También pregunta si está contento con su desempeño en la legación mexicana en Washington, ya que él conversó con el presidente [Manuel González] y éste tenía la idea de nombrar ministro de México en los Estados Unidos a cierta persona, lo que Montes consideró injusto e inconveniente tomando en cuenta el desempeño satisfactorio de Zamacona. No sabe si esto conviene a sus intenciones, por lo que le pide orientación para obrar a futuro. Comenta que la paz se conserva en toda la nación; los pagos de las listas militar y civil se hacen con regularidad y la seguridad pública se mantiene en un estado relativamente satisfactorio. Pregunta qué hay de cierto del envío de una legación extraordinaria de Estados Unidos al gobierno mexicano para renovar el tratado de paz, comercio y navegación del 5 de abril de 1834.
3028 / Ms. 1255 / 1881-04-22 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Leyó con pesar la carta del 5 de abril y copia de la nota que con 14 documentos dirigió a la Secretaría de Relaciones Exteriores. Concuerda con Zamacona en que el rencor y la malevolencia han hecho su oficio, pero dado que el presidente [Manuel González] está mal aconsejado, es necesario que envíe al Heraldo un remitido en que categóricamente desmienta la calumnia que le imputó el reportero del Cincinnati Gazette y que remita al presidente y a él ejemplares de El Heraldo en que aparezca publicado lo anterior; de este modo quedará en libertad de permanecer en su puesto diplomático o regresar a México.
3091 / Ms. 1255 / 1881-05-04 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Queda en espera de los reglamentos de los dos colegios [oficiales] de Estados Unidos y el informe sobre la manera en que los alumnos practican sus respectivos cultos [religiosos]. Desea que se resuelvan las cuentas pendientes entre el secretario de Relaciones Exteriores [Ignacio Mariscal] y Zamacona, se haga justicia a éste y quede en libertad de seguir representando a México cerca del gobierno estadounidense. Le impresionó en forma negativa su informe sobre la orden de desaparecer la nota de [Miguel] Ruelas en que éste protestaba "que no se volvería a incurrir en la imprevisión que marcó los actos del Sr. Mariscal en 1870". Teme que Zamacona siga encerrado en el silencio en relación con la calumnia que le imputó el reporter del Cincinnati Gazette, y que en tal caso sea víctima del rencor y la malevolencia. Con respecto a la situación del país, comenta que hay paz en todo el territorio, los pagos se hacen con regularidad y progresa la construcción de los ferrocarriles central y de Toluca. P.S. Dio a conocer al presidente [Manuel] González la noticia relativa a la nota de Ruelas e hizo resaltar la diferencia que existe entre el ministro de México en Washington y su jefe [Ignacio Mariscal].
3182 / Ms. 1255 / 1881-05-25 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Responde los puntos indicados en las cartas de Zamacona del 18 de abril, 4 y 8 de mayo. Ofrece recomendar con el presidente [Manuel González] que la señorita Francisca Ramírez obtenga un subsidio de 150 pesos para permanecer tres meses más en Estados Unidos para perfeccionarse en el sistema de enseñanza llamado Kindergarten. Se muestra complacido porque El Heraldo rectificó la injusta e inconveniente calificación de los ministros mexicanos en Estados Unidos, atribuida a Zamacona por el reportero del Cincinnatti Gazette; pero le habría complacido más que Zamacona mandara una rectificación a dicho periódico. En cuanto al Gral. Ulysses S. Grant, aprueba el aviso sobre la marcada diferencia entre éste y una porción de sus partidarios, los cuales son conocidos en aquel país con el nombre de partido grantista. Por último, comenta que en México hay paz; se pagan con regularidad las listas civil y militar; prosiguen con afán las mejoras materiales y el gobierno prefiere la administración a la política. "¡Ojalá, mi querido amigo, que haya sonado la hora postrera de nuestras locuras, de nuestros escándalos y de nuestros crímenes; y que sólo pensemos en consolidar la paz, en restablecer el orden y en administrar la cosa pública con fuerza y estricta moralidad!".
3224 / Ms. 1255 / 1881-05-31 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Siente mucho las molestias ocasionadas a Zamacona por el jefe de éste [Ignacio Mariscal]. Aconseja conducirse con la moderación y calma con que actuó en las crisis de su carrera diplomática. Aún no habla con el presidente [Manuel González] de este asunto; así lo hará en la primera oportunidad pidiendo instrucciones sobre las diferencias de Zamacona con la Secretaría de Relaciones Exteriores. Deplora, igual que Zamacona, la suerte que les tocó en su partido; lo único que les queda es permanecer fieles a sus principios y llevar con paciencia las flaquezas de los jefes, siendo una de ellas llamar a los puestos elevados de la administración pública a individuos que fueron sus enemigos en tiempos de lucha. No es la menor de ellas, que los partidos no estén bien clasificados y no se obre con justicia, como sí ocurre en Europa y en Estados Unidos de América. En P.S. dice que el presidente [Manuel González] está contento con Zamacona, pero estaría más con que sin mediar orden del Ministerio de Relaciones Exteriores, hubiese desmentido la especie que le atribuyó el redactor de la Gazette de Cincinnati. El presidente expresó que dio largas a este asunto para que Zamacona se vindique e [Ignacio] Mariscal se calme.
3299 / Ms. 1255 / 1881-06-13 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Relata la verdad sobre la crisis que Zamacona sufrió, causada con toda intención por "el rencor y la venganza". El jefe de Zamacona [Ignacio Mariscal] arregló "sotto voce" la sucesión del primero en la Legación mexicana en Washington; el presidente [Manuel González] comunicó a Montes dicho arreglo y éste lo reprobó con energía contrastando la conducta del secretario de Relaciones Exteriores [Mariscal] cuando fue ministro en Washington y la de Zamacona, además de hacer otras consideraciones. El presidente nada contestó a estas observaciones, pero tampoco volvió sobre sus pasos. Después se dio la crisis consabida y aprovechó todas las oportunidades para hablar contra la renuncia de Zamacona. En alguna conversación el presidente comentó que Mariscal no sería nombrado ministro mexicano en Washington, y el 31 de mayo la crisis se volvió en favor de Zamacona. Éste y Montes deben tomar la ofensiva contra su enemigo [Mariscal], el cual le hace la guerra en el buen despacho de los negocios de Justicia e Instrucción Pública, tales como la iniciativa para que los seis jueces del ramo correccional asuman el carácter de jueces penales o la iniciativa sobre el plan de estudios. La ofensiva puede basarse en lo siguiente. En febrero de este año Mariscal propuso al presidente el nombramiento de Esteban Velázquez de León para cónsul mexicano en París; Velázquez, en tiempo de la presidencia de [Sebastián] Lerdo de Tejada, salió fugitivo de México hacia Estados Unidos, por haber dispuesto indebidamente de casi todos los fondos del Colegio de Abogados y de las fortunas de algunos particulares. Si Mariscal ignora los antecedentes de Velázquez, es un inepto, pero si los conoce, entonces es desleal. Hay algo más: durante la ausencia de Zamacona en Washington, se mandó destruir de los archivos de la legación cierta nota del ministro Ruelas; no cree que el presidente ordenara la destrucción y está cierto que éste nada sabe al respecto. Somete a consideración de Zamacona el siguiente plan de acción: poner en conocimiento del presidente, por conducto de la Secretaría de Justicia, los hechos referidos pidiendo se proceda en justicia contra su autor. Para fundar la acusación, en cuanto a los antecedentes de Velázquez, Zamacona pedirá que la Secretaría de Justicia ordene al Colegio de Abogados informar sobre los capitales tomados indebidamente, y al Tribunal Superior mandar copias certificadas de la ejecutoria o ejecutorias que sus salas pronunciaron contra el hoy cónsul en París. La secretaría de la legación en Washington debe certificar la copia de la nota en que se mandó retirar la de Ruelas. P.S. Cuando Ignacio L. Vallarta era secretario de Relaciones Exteriores, le comentó que el gobierno puso en poder de Mariscal, entonces ministro mexicano en Washington, 4,000 pesos para pagar los honorarios del árbitro tercero en discordia de la comisión mixta de reclamaciones estadounidenses y mexicanas; llegado el momento de pagar, no pudo hacerlo porque dispuso del dinero. Además, cuando dejó de ser ministro quedó descubierto con 10,000 pesos. Vallarta pensó someterlo a juicio. Tal vez hallará en los archivos de la legación las pruebas de esta infidelidad. Suponiendo que hubiesen desaparecido, Zamacona puede pedir que la Secretaría de Justicia ordene a Vallarta informar sobre el asunto.
3377 / Ms. 1255 / 1881-06-27 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Se siente complacido porque Zamacona conservó la calma en la crisis que en su carrera diplomática provocó su jefe [Ignacio Mariscal]. Ratifica que salió victorioso. Debe convencerse que el presidente [Manuel González] no fue partícipe de las intrigas de aquellos que pretenden ambiciones bastardas. Lo felicita porque esta vez triunfó la inteligencia sobre la rudeza, la ilustración sobre la ignorancia y el mérito sobre la ineptitud. Es una verdad indiscutible que el árbol se conoce por sus frutos: los del árbol funesto fueron el desprecio a México y la orden de invadir su territorio, los cuales precedieron a Zamacona cuando tomó el cargo cerca del gobierno estadounidense; los sazonados y dulces frutos fueron el aprecio, la consideración a México y la revocación de la susodicha orden.
3501 / Ms. 1256 / 1881-07-19 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Está seguro de que si se hubieran invertido los papeles, Zamacona habría hecho en favor de Montes lo que éste hizo por aquél. Infiere de esto, que a él nada le debe.
3578 / Ms. 1256 / 1881-08-05 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
La carta del 6 de julio disipó sus temores sobre el estado del presidente Garfield; es probable no tengan que enfrentarse a un poder tentado a imitar la conducta de los presidentes Polk y Hayes, pues Garfield tiene 34 días de haber sido herido y su alivio progresivo hace esperar un pronto restablecimiento. Está ansioso por conocer la opinión de Zamacona sobre la idea de tomar la ofensiva contra "el rencor y la venganza", aunque la situación del país aleja las probabilidades de que el horizonte político se despeje de ciertas nubes que lo hacen sombrío. Con respecto a esto recuerda con frecuencia el pensamiento de [Quinto] Horacio Flaco, colega de Zamacona: "Si ir más allá se veda, lléguese al menos pues donde se pueda" (Burgos, traductor de Horacio Flaco) [Las poesías de Horacio traducidas por Javier de Burgos]. Siempre le ha parecido que la conducta de los inflexibles o de los inmaculados es perniciosa a la República y perjudica los intereses comunes: "¿Cuál hubiera sido la suerte de las ideas liberales y reformistas de 1856, si todos hubieran imitado a D. Melchor Ocampo? ¿Hubiéramos recobrado nuestra independencia en 1867, si todos hubieran imitado a D. Francisco Zarco? Se deja entender que yo quiero el mejor gobierno para nuestro país; pero no estando en mi mano evitar, ni corregir sus defectos, debo conformarme con no incurrir yo en ellos y con influir en la desaparición de algunos abusos. ¿A qué viene todo esto? A darle a U. la triste noticia de que el juego está tolerado en esta Capital, mediante la contribución oculta de $600 mensuales". La razón por la que lo llama colega de [Quinto] Horacio Flaco, la encontrará en el Digesto "De collegiis et corporibus" (ley 47, tit. 22) [Digestorum seu pandectarum, liber XLVII, título XXII: "De collegiis et corporibus"].
3617 / Ms. 1256 / 1881-08-11 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Desea que los proyectos antimexicanos en Estados Unidos se desvanezcan ante el completo restablecimiento del presidente [James A. Garfield. El juicio de Zamacona es prudente y acertado, en relación con la fuerza vigorosa en que se apoya el poder del rencor y la venganza y que si se quiere la paz deben prepararse para la guerra. Añade: "Coseche U. con exquisita diligencia los frutos, que el rencor y la venganza, hayan dejado en el archivo de la legación mexicana en Washington; y bien empacados hágalos U. llegar a mi poder para que yo los expenda aquí al mejor precio posible". En México la opinión pública reprueba la condescendencia del presidente Manuel González con el gobernador del Distrito [Federal] Ramón Fernández, quien tolera el juego por la despreciable suma de 6,000 pesos mensuales. Al día siguiente de consumada esta aberración, Montes dijo al presidente: "Nuestra marcha por el camino del honor y de la moralidad había levantado muy alto el nombre de la Administración; [pero] la pifia que acaba U. de dar menguará mucho nuestro crédito, y al abrir el Congreso su próximo periodo de sesiones, no habrá un solo magistrado que se atreva a defender, la infracción manifiesta al Código penal que se está cometiendo a ciencia y paciencia del Supremo Poder Ejecutivo". Abriga la esperanza de que pronto cese el escándalo producido por la improvisación o acaso otra cosa peor del favorito de Manuel González. Hace mucha falta en la Cámara de Diputados la elocuencia de Zamacona que se lanzaría contra una política "inmoral, torpe, sórdida y pigmea".
3781 / Ms. 1256 / 1881-09-11 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: TORRES, Luis E.
Expresa beneplácito por el contenido de su carta del 4 de agosto, porque niega las noticias conocidas en México sobre los peligros que amenazan la integridad del territorio mexicano en el estado de Sonora y confirma sus sentimientos patrióticos. El presidente [Manuel González] resolvió que informe oficialmente los ataques que los indios bárbaros y gente perdida de la frontera americana cometieron, y cometieran en el futuro, contra personas y propiedades mexicanas, recogiendo todas las pruebas para que la legación mexicana en Washington reclame ante el gobierno de la Unión Americana. El presidente está resuelto a aumentar la fuerza armada en la frontera, a fin de castigar a los salvajes y aventureros que violen las leyes en territorio mexicano.
3900 / Ms. 1257 / 1881-10-06 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Recibió con pesar la noticia de su mala salud, debida al exceso de trabajo y a la insalubridad de Washington. Las congestiones cerebrales son amenazas de muerte o de pérdida irreparable de la salud; por ello aconseja disminuir el trabajo o en su caso, solicitar una licencia para regresar a México a "respirar los aires patrios". Él sigue delicado de salud y su edad avanzada no le permite recobrarse; se conforma "con ir viviendo como se pueda". Con respecto a la situación del país, informa que la paz se conserva; los pagos de las listas civil y militar se hacen con regularidad; la construcción de los ferrocarriles avanza en todos lados y todo hace "concebir la lisonjera esperanza de que ha sonado la hora de nuestra regeneración". Pronto le enviará un ejemplar de la iniciativa para reformar la ley orgánica del art. 102 de la Constitución federal, que presentó al Senado el 4 de octubre.
3985 / Ms.1257 / 1881-10-26 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Ante la falta de noticias de Zamacona, expresa los mejores deseos para su salud, haciendo referencia a máximas latinas sobre la vejez. Con respecto a la de él, dice que ha mejorado considerablemente debido al continuo trabajo que realiza. Envía 2 ejemplares de su iniciativa sobre instrucción pública y de la que presentó al Senado relativa a reforma de la ley orgánica del art. 102 de la Constitución. En cuanto al país, expresa que la situación es de paz; los pagos de las listas civil y militar siguen su curso; los revoltosos están quietos y progresa la construcción de ferrocarriles.
4153 / Ms.1257 / 1881-12-13 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Supone que ya está enterado de que [Francisco de] Landero y Cos dejó de ser ministro de Hacienda desde el 23 de noviembre, así como que [Jerónimo] Treviño pronto abandonará la cartera de Guerra. Probablemente él los imite. Nada dice sobre la situación del país, porque su espíritu no está tranquilo y porque las preocupaciones son malas consejeras.
4333 / Ms. 1257 / 1882-01-31 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel Para: ZAMACONA, Manuel María de
Solicita que cuando regrese a México y pase por La Habana, compre un millar de puros de la etiqueta de Londres. Él pagará el importe.