Horacio

53 / Ms. 1246 / 1873-07-18 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: BABLOT, Alfredo
Tiene esperanza en ser nombrado magistrado de la Suprema Corte de Justicia ya que en los diarios independientes, ministeriales y de oposición hay buena aceptación de su persona para ocupar el cargo y por ello considera que tiene las simpatías de los "príncipes de la República de las Letras", quienes tienen gran influencia en la opinión pública. Se despide citando a Horacio: "principibus placuisse uiris non ultima laus est" [Epistolarum, liber I, Epístola XVII, verso 35].

194 / Ms. 1246 / 1873-10-13 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: M[ARTÍNEZ] DE ARREDONDO, Francisco
Le alegra saber que regresó con su familia, pero lamenta la desgracia que padeció Yucatán. Un año atrás propuso en el Congreso la solución, pero hubo cambio en el Poder Ejecutivo [Sebastián Lerdo de Tejada], ya nada pudo hacerse y los yucatecos siguen padeciendo una política inexplicable. Al respecto cita a [Quinto] Horacio [Flaco]: "Quidquid delirant reges, plectuntur achivi","Que cesen los delirios de los gobernantes para que cesen los padecimientos de los gobernados" [Epistolarum, liber I, Epístola II, verso 14]. Los hombres de bien están aislados porque se prefiere a los pícaros para ocupar los puestos públicos, "con lo cual [Nicolás] Maquiavelo estaría muy contento". Está convencido de que no se puede gobernar sin justicia.

669 / Ms. 1248 / 1875-06-01 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: VIGIL, José María
Agradece su propósito de dedicarle la traducción que está haciendo de las Sátiras de Aulo Persio Flaco y ofrece cooperar para que lleve a cabo dicha obra, así como pagar los gastos de la impresión. Transcribe la carta que Trinidad de la Garza y Melo le escribió, fechada en Monterrey el 16 de mayo, en la que expresa que con motivo de la salida de las Hermanas [de la Caridad], hizo unos versos latinos que se publicaron en La Luz, periódico religioso de Monterrey, del cual envía un ejemplar. Estos versos latinos contienen la traducción y una carta en versos castellanos dirigida a Cipriano del Castillo. Menciona también que los versos están dedicados a dicho Del Castillo, a Montes y a [Rafael] Martínez de la Torre, así como a un hermano del autor. Solicita la opinión de Montes acerca de los versos. Así pues, como éste no es poeta, pide a Vigil que los examine y dé su opinión porque, citando a [Quinto] Horacio [Flaco]: "quod medicorum est promittunt medici, tractant fabrilia fabri" [Epistolarum], liber II, epístola I, versos 115 y 116.

802 / Ms. 1249 / 1876-02-22 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CEBALLOS, Lorenzo María
Da respuesta a diferentes puntos que tienen pendientes: "ya no compre la mantilla para mi esposa"; [José Antonio] Bonilla ya está enterado del contenido de la carta de Ceballos y que aquél ya le escribió. Envía el acta levantada en presencia del inspector y de 4 testigos, ante los que se procedió a abrir la caja que contenía el espejo enviado por Ceballos desde París; acta que le servirá para cobrar la póliza de seguro. En relación a las Obras Completas de Horacio Flaco, encarga que entregue a Mr. [Ernest] Thorin la carátula, para que éste a su vez entregue a Ceballos un ejemplar. El 23 de febrero saldrá para Taxhidó, con el pesar de que: "la comadre Angelita no hará el viaje por prohibición médica".

867 / Ms. 1249 / 1876-05-16 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CEBALLOS, Lorenzo María
El Sr. Calderón no lo visitó pero envió los guantes, remitidos por Ceballos, con José de la Luz Moreno y Miramón. Siente mucho que se esté sufriendo un fuerte invierno en París. Sobre Taxhidó no tiene nada que escribir. En cambio, con respecto al asunto con [José Antonio] Bonilla, da varias y precisas explicaciones sobre los siguientes puntos: el por qué del no envío de dinero; sobre el asunto de la imprenta; no ha hecho la redención de la casa de Querétaro; y que jamás pretendió hacer volver a Ceballos a México. Pregunta qué hará Bonilla cuando "el mes en que los productos de las fincas de mi comadre basten apenas para cubrir sus gastos y contribuciones, ¿qué ha de hacer mi compadre para proporcionar los alimentos y para cubrir los gastos más precisos de su familia?" Insiste en que no debe regresar a México y que aplique su propio consejo, "Viva Lorenzo 1º". Por consiguiente, no debe invertir el orden de la naturaleza en tanto le sean apetecibles los bienes de fortuna, en cuanto conserven y hagan agradable la vida; si ellos se vuelven los amos, debe renunciarse a su adquisición. "Quiero, dice, Horacio Flaco, que las cosas sean para mí; y no yo para las cosas". Continúa utilizando ejemplos para dejar en claro que no debe regresar a México hasta que desaparezca la situación política provocada por Sebastián Lerdo de Tejada.

885 / Ms. 1249 / 1876-05-29 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CEBALLOS, Lorenzo María
Empieza con el proverbio "Días de mucho, vísperas de nada", que relaciona con el hecho de que Ceballos tiene carta que contestar. El día anterior le escribió una carta en la que presenta a Jorge Carmona, quien además de haber sido ayudante del presidente Ignacio Comonfort, está casado con la viuda millonaria de Isidro Béistegui; por lo mismo no necesita de los favores pecuniarios de Ceballos. Desde luego no lo recomendaría bajo ese punto de vista. Pone al tanto de que Carmona le entregará 3,585.70 francos por concepto de la deuda de Montes. Con respecto a la situación del país, expresa que la guerra civil continúa; la noticia del día es "que el Gral. Díaz, dejó ir a Escobedo con su ejército hasta Matamoros, mientras él a la cabeza de un cuerpo ligero de Caballería penetraba al interior de la República". Vicente Riva Palacio y el Gral. Juan N. Cortina se lanzaron a la revolución, por lo cual envía el núm. 34 de El Combate que publica la proclama de Riva Palacio. Pide que le envíe "el estado de nuestras relaciones financieras". Lemus obsequió a Montes cuatro pares de botines, así como dos ejemplares de las Sátiras de Juvenal y uno de [Quinto] Horacio Flaco, edición de [Pedro] Didot.

902 / Ms. 1249 / 1876-06-15 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: CEBALLOS, Lorenzo María
[José Antonio] Bonilla ya le entregó los ejemplares de Juvenal, uno de [Quinto] Horacio [Flaco] y otro de Tres ensayos sobre la religión de [John] Stuart Mill, así como cuatro pares de botines y siete esponjas. De ninguna manera debe regresar a México, "porque siendo U. un edificio viejo y cuarteado; temo mucho que no haya aquí puntales bastante fuertes, que impidan la ruina del edificio: Viva la gallina y viva con su pepita". Seguirá su consejo de continuar viviendo en la casa que ocupa actualmente. Agustín [Montes] seguirá en México esperando el desenlace de la crisis política. Recibió la esperma y la estearina. Informa que Bonilla prometió quedar al corriente en la formación y envío de sus cuentas. Tiene en su poder la escritura de [Justo L.] Carresse, quedando a disposición de Ceballos o "de su hijo Lorenzo en el caso de que haga U. su viaje a la región de la que nadie vuelve". Reseña los acontecimientos militares sucedidos entre las fuerzas del gobierno e insurrectos de Oaxaca y Puebla, sin embargo no sabe con certeza lo que pasa porque: "Desde la independencia hasta hoy no habíamos visto una guerra de mentiras tan descaradas como la presente". Al final sentencia: "caerá el gobierno federal; y caerá más pronto de lo que aquí se piensa. ¿Por qué pienso así? Porque tal caída es necesaria para la salvación del país; y las cosas necesarias se realizan sin que haya poder humano que las evite".

959 / Ms. 1249 / 1876-08-18 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: VIGIL, José María
Envía, tal como prometió, la segunda copia del trabajo sobre Marcial y sus obras. Espera que sea severo en sus críticas para decidir si lo imprime para los amigos, o si "debe permanecer sepultado en el bufete de nuestro querido amigo y compañero D. I[gnacio] Ramírez y en el mío". Al calce dice: "Horacio, Arte poética, versos 138-452".

1698 / Ms. 1252 / 1878-07-28 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: GUTIÉRREZ FLORES ALATORRE, Blas José
Recibió 128 páginas que le faltaban del 2º tomo de los Apuntes sobre los fueros y tribunales militares. Considera injusto que, por completar el tomo que le obsequió, quede trunco otro; de ahí que le pregunte el precio para mandarle el dinero. Le causa una impresión dolorosa el rudo trabajo al que se consagra Gutiérrez, viniendo a su memoria unos versos de Juvenal (Sátira XII, versos 48-51) y de [Quinto] Horacio [Flaco] (Epistolarum, liber I, epístola I, versos 13-19), los cuales copia para que los tome como programa a seguir. Agrega: "Poco hemos de vivir porque pasamos de los cincuenta años; vida larga para nuestro país; procuremos que los últimos días de nuestra existencia sean agradables; y si esto no fuera posible, quitémosle el mayor número de incomodidades, en cuanto de nosotros dependa". Se despide deseando que se declare fiel discípulo de la amable filosofía de Horacio.

3141 / Ms. 1255 / 1881-05-16 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: ALTAMIRANO, Ignacio Manuel
Acaba de saborear, por segunda vez, la dulcísima carta de Altamirano del día anterior: "¡Válgame Dios, Magister; y cuántas cosas buenas me dice U. por tan poca cosa que yo le dije, cuando U. merece mucho más!" Reitera su felicitación por el buen efecto causado por el artículo de Altamirano, el cual le hizo reír a solas y por el cual lo elogia citando a Quinto Horacio Flaco (Satirarum, Liber I, Sátira X, versos 14-15), a Juvenal (Sátira I, verso 81), a Virgilio (Aeneida, Liber I, verso 83), y a Quintiliano (Institutione oratoria, Liber IV, cap. II). Recuerda la poesía que Altamirano le dedicó cuando ambos pertenecían a la Suprema Corte, así como las siguientes palabras del primero: "Mi lugar no es la Corte. Mi lugar es el parlamento, porque soy orador". Así pues, Altamirano debe aplicarse "a restablecer la elocuencia en la Cámara popular; procure U. que vuelvan aquellos hermosos días en que estábamos colgados de las bocas de los Yáñez, de los Zamacona, de los Ramírez, de los Lerdo y de los Iglesias: los viejos estamos condenados a elogiar nuestros tiempos".

3336 / Ms. 1255 / 1881-06-20 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: TORRES TORIJA, Eduardo
No tiene que hacer observación alguna a la carta de Torres Torija del 15 de junio. Indica que hable con el promotor y confirmará la verdad del pensamiento que Horacio tradujo de Homero: "Raras veces abandonó la pena con su pie cojo al criminal que huye de ella". Tal parece que la Providencia los escogió -a Montes y a Torres Torija- para poner fin a los crímenes del facineroso [Silviano Gómez], que hasta la fecha ha burlado a la justicia. Por tanto, debe redoblar su vigilancia, su diligencia y sus esfuerzos para instruir el nuevo proceso del que le hablará el promotor. Agradece el interés por su salud y en respuesta comenta que lo que no hicieron los médicos y las boticas en más de un año, lo hizo en 7 días la flor de Jamaica, remedio excelente contra la inflamación de vejiga y de uretra.

3378 / Ms. 1255 / 1881-06-27 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: MARTÍNEZ CÁCERES, Arturo
Queda enterado que el jefe político de Huichapan se quejó amargamente de Martínez y que éste está resuelto a proceder en su contra. También queda impuesto del consejo que le pide sobre la conducta a seguir en el caso de Silviano Gómez, por disponer de las rentas federales en aquella ciudad. Si Villagrán, jefe político de Huichapan, faltó a la verdad, Martínez debe pedir su castigo por calumniador; cita dos versos de [Quinto] Horacio [Flaco] para que los aplique [Epodon], Liber V, Oda VI, versos 11-12. La regla establecida por los autores del Derecho de gentes es la siguiente: "Debe ser obedecido el gobierno que ejerce el poder; y debe serlo doblemente, cuando su origen es legítimo". Con esto explica que si el ministro de Hacienda autorizó al gobernador del estado de Hidalgo para disponer de las rentas federales en 1876, y si el gobernador autorizó a Gómez para disponer de la renta del timbre en el distrito de Huichapan, entonces Gómez no incurrió en responsabilidad, pero sí está obligado a rendir cuenta justificada de la inversión que hizo. Si no la comprueba, deben aplicársele las penas decretadas en las leyes, especialmente la ley del timbre vigente en 1876. Por último, pide a Martínez decir la verdad al presidente [Manuel González]: que ejerce su ministerio fiscal con absoluta libertad; que Montes no lo aconseja a proceder de tal o cual manera contra los monederos falsos y sus cómplices. Esta declaración es necesaria porque los presuntos reos y cómplices piensan que su situación es obra de Montes y del juez de distrito.

3578 / Ms. 1256 / 1881-08-05 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: ZAMACONA, Manuel María de
La carta del 6 de julio disipó sus temores sobre el estado del presidente Garfield; es probable no tengan que enfrentarse a un poder tentado a imitar la conducta de los presidentes Polk y Hayes, pues Garfield tiene 34 días de haber sido herido y su alivio progresivo hace esperar un pronto restablecimiento. Está ansioso por conocer la opinión de Zamacona sobre la idea de tomar la ofensiva contra "el rencor y la venganza", aunque la situación del país aleja las probabilidades de que el horizonte político se despeje de ciertas nubes que lo hacen sombrío. Con respecto a esto recuerda con frecuencia el pensamiento de [Quinto] Horacio Flaco, colega de Zamacona: "Si ir más allá se veda, lléguese al menos pues donde se pueda" (Burgos, traductor de Horacio Flaco) [Las poesías de Horacio traducidas por Javier de Burgos]. Siempre le ha parecido que la conducta de los inflexibles o de los inmaculados es perniciosa a la República y perjudica los intereses comunes: "¿Cuál hubiera sido la suerte de las ideas liberales y reformistas de 1856, si todos hubieran imitado a D. Melchor Ocampo? ¿Hubiéramos recobrado nuestra independencia en 1867, si todos hubieran imitado a D. Francisco Zarco? Se deja entender que yo quiero el mejor gobierno para nuestro país; pero no estando en mi mano evitar, ni corregir sus defectos, debo conformarme con no incurrir yo en ellos y con influir en la desaparición de algunos abusos. ¿A qué viene todo esto? A darle a U. la triste noticia de que el juego está tolerado en esta Capital, mediante la contribución oculta de $600 mensuales". La razón por la que lo llama colega de [Quinto] Horacio Flaco, la encontrará en el Digesto "De collegiis et corporibus" (ley 47, tit. 22) [Digestorum seu pandectarum, liber XLVII, título XXII: "De collegiis et corporibus"].

4631 / Ms. 1258 / 1882-07-21 [Ver ficha completa][Ver documento]
De: MONTES LEDESMA, Ezequiel  Para: OBREGÓN, Guillermo
Agradece los puros que le envía de obsequio y que recibe porque conforme al juicio de [Domicio] Ulpiano: "El procónsul no se abstendrá del todo con mal humor de recibir regalos ni avaramente excederá su medida". Los emperadores Severo y Antonino advirtieron al respecto: "En cuanto a los regalos, oye lo que sentimos". "Es un proverbio antiguo, ni todos, ni en cualquier tiempo, ni de todos; porque es muy inhumano no recibirlos de nadie; es vilisimo recibirlos a cada paso y avarisimo recibirlos todos". Debido a la amabilidad de Obregón y a que nada espera ni teme de él, lo hacen adoptar la doctrina del jurisconsulto Ulpiano. Pide que lea el párrafo 3º de la ley 6ª del digesto [seu pandectarum, titulado] "De officio proconsulis et legati" (1,16). Le encarga dos cajitas de puros de la fábrica "La flor de México, Sandalio Suárez. San Andrés Tuxtla. Depositarios Martín García y Cía. Veracruz". Agradece lo que le manifiesta relativo a su elección como diputado y al servicio que considera va a prestar a la nación, a lo que objeta lo que Horacio decía de la cortesana Lyce [Odes, liber IV, canto XIII, vers. 25-28]: "¿Que era una tea convertida en cenizas? ¿Puedo yo ser otra cosa a los 62 años de mi vida y a los 11 de estar enfermo del estómago? Todas las cosas -dice Salomón- tienen su tiempo y ya pasó el mio de prestar importantes servicios a mi patria".